Todos los que tengan dudas sobre el lugar en que el diablo perdió el poncho, pueden subirse a un bus guiado, que saldrá mañana a las 10,30 horas, desde la puerta del restaurante “Paso Turismo Rural La Nina”, en Petorca, que dará por inaugurada la nueva ruta turística rural “Donde el diablo perdió el poncho”, organizada por la Municipalidad de Petorca y el Instituto de Desarrollo Agropecuario, INDAP.
El entretenido recorrido finalizará con unas copas de buen vino de la Sociedad Agrícola y Ganadera “El Sobrante”, que tiene su antigua viña propia y unas instalaciones que vale la pena conocer.
Para los que quieren ir en su auto, se han instalado 20 letreros con la correspondiente señalética, que guiará a los que quieran buscar los sitios de interés y disfrutar la ruta.
Se trata de una gran iniciativa para destacar la cultura y la historia de una comuna tan antigua como Petorca (que en idioma indígena significa “picotazo”) y que tiene un pasado glorioso, por el desarrollo de su agricultura desde los tiempos incaicos, pasando por las inversiones de los jesuitas y llegando al programado cultivo de paltos. Las conexiones viales fueron muy tardías, ya que desde tiempos inmemoriales la principal vía fue el camino del Inca, reemplazado después por la carretera Panamericana en 1950. Antes de eso, a contar de 1912, la comuna se vinculaba con el norte y centro del país a través del ferrocarril.
El otro polo de desarrollo que siempre ha tenido la comuna es su minería tanto de cobre como de oro. Imposible no recordar la mina de oro de la familia Callejas, que por décadas dio trabajo a cientos de personas, marcando también la personalidad de la zona.
Uno de los fundamentos para vincular al diablo con Petorca, lo encontramos en el diario “La Voz de Petorca”, editado en 1894, donde el sacerdote e historiador, Elías Lizana, escribió que “el diablo nació en Mincha (poblado cercano a Huentelauquén hacia el norte), en Choapa se hizo minero y en Chalaco perdió el poncho, dejando el sombrero en el fundo Carén”.
Con ese dato que el diablo perdió el poncho en Chalaco nace la leyenda. En verdad, Chalaco es un poblado lleno de misterios, ubicado a 4 kilómetros de Chincolco hacia el interior. Pero lo que es más interesante es que a solo 13 kilómetros cordillera adentro, nos encontramos con otro poblado minero, llamado Pedernal, donde desde siempre hay grupos de personas y gente del área científica y esotérica, que han buscado energía en el cruce de montes que se produce en el lugar. Cielos más despejados, sol más directo y quebradas misteriosas que traspasan energía a los que se acercan al lugar. Chalaco y Pedernal, la mezcla perfecta para el “Cachúo”.
Petorca tiene desde 1620 una antigua presencia de los sacerdotes jesuitas, que predicaban el catecismo y combatían con furor al demonio. Por eso, mucha gente de la zona, asegura que el diablo murió en Petorca, dejando míticas historias sobre las andanzas del “Maligno”, perseguido por los curas, que un día lo agarraron mientras trataba de escapar en Hierro Viejo, (poblado que se ubica a unos pocos kilómetros antes de llegar a Petorca) razón por la cual en ese lugar quedó una escalera que tiene los peldaños al revés y se la conoce como la “escalera del diablo”.
Entre las muchas leyendas, hay una que cuenta que el “Cachúo” fue el primer petorquino famoso, que bailaba cueca tras cueca entre los mineros, que lo veían vestido de frac negro, mostrando en cada risotada una dentadura revestida completamente en oro. En una de esas fiestas, al parecer de Año Nuevo, a todos los parroquianos les pagó la cuenta y con tanto trago, dejó olvidado su poncho…
Pero la comuna tiene mucho más que aportar. Como ya he contado en otras oportunidades, la principal calle de la ciudad, que sólo lleva el apellido “Silva”, está vinculada a los orígenes de mi familia, a gente dedicada a la agricultura y el ganado. En una casa que hoy es Monumento Nacional, nació en 1808, el gran Presidente de Chile Manuel Montt, que asumió por diez años la primera magistratura, entre 1851 y 1861.
Otros sitios de interés son el pintoresco y largo túnel La Grupa de una vía y con semáforo para dar la pasada de los vehículos, que comunica Cabildo con Petorca; los petroglifos de Monhuaca y la bella e histórica iglesia de Nuestra Señora de Las Mercedes, con una valiosa colección de imágenes y cuadros coloniales, traídos por los jesuitas.
Felicitaciones al Alcalde de Petorca y a Indap, que rescatan tradiciones y le dan valor a nuestra rica historia local.