Más de 100 familias debieron hacer abandono del lugar por orden judicial
Este jueves 3 de abril, Carabineros concretó el desalojo de 102 familias del Lote 11 del campamento Yevide en San Felipe, en cumplimiento de una orden judicial a favor de la constructora San Bartolomé. Según informó el prefecto de Carabineros de San Felipe, coronel Mauricio Guzmán, el operativo comenzó temprano y, aunque hubo resistencia inicial, se logró controlar la situación sin detenidos ni lesionados.
Un grupo de personas intentó frenar el desalojo con una barricada en llamas en la entrada del sector. Sin embargo, Carabineros utilizó el carro lanzaaguas para despejar el acceso y, pese a ser recibidos con pedradas dentro de la toma, el amplio contingente policial logró restablecer el orden. Guzmán precisó que muchas familias ya habían abandonado el lugar desde el miércoles.
Mientras se desarrollaba el operativo, personal de Chilquinta trabajó en la desconexión de las conexiones eléctricas ilegales en la zona. Posteriormente, la inmobiliaria San Bartolomé inició labores de cierre del terreno para evitar nuevas ocupaciones.
El desalojo afecta a unas 600 personas, muchas de ellas extranjeras, quienes denuncian la falta de alternativas habitacionales dignas. Por su parte, la Municipalidad habilitó dos albergues transitorios con capacidad para 40 personas cada uno, aunque los afectados aseguran que las condiciones no son adecuadas.
“Nosotros no nos oponemos al desalojo, pero necesitamos un plazo y un lugar digno donde vivir“, expresó una vecina a La Mañana de Chilevisión. Otro residente lamentó la falta de apoyo: “Siempre dicen que nos ayudarán, pero seguimos sin soluciones”.
Los afectados habían sido notificados en enero y el sector ha sido escenario de conflictos previos, incluyendo decomisos de alcohol y hechos de violencia. Carabineros confirmó que, tras el retiro de las pertenencias, se procederá a la demolición de las viviendas.
Mientras tanto, las familias desalojadas exigen una solución concreta para su futuro habitacional.
