Su caso único permitió descubrir cientos de crímenes de opositores a la dictadura militar que fueron asesinados y lanzados al océano.
LA LIGUA.- El sábado recién pasado se inauguró un memorial en honor a la docente Marta Ugarte Román, militante del Partido Comunista y dirigente del Colegio de Profesores, quien fue detenida, torturada y arrojada al mar durante la dictadura militar. Su caso es reconocido el océano devolvió su cuerpo, siendo encontrado por un pescador en Playa La Ballena, en La Ligua.
La ceremonia realizada en aquel balneario fue encabezada por la Mesa Regional por la Memoria, Cultura y Derechos Humanos, siendo este el quinto memorial levantado en la denominada la Ruta de la Memoria – Región de Valparaíso. Participaron la Comisión de Derechos Humanos de Quillota, miembros de Partido Comunista, la Municipalidad de La Ligua y representantes de distintas entidades.
El secretario político del Partido Comunista local, Óscar Belmar, explicó que “Marta Ugarte permitió hacer justicia a una serie de hechos que pasaron durante ese periodo y nos recuerda que aún hay personas desaparecidas, entre ellas, un liguano como es Lorenzo ‘Choro’ Flores. Marta Ugarte hoy es el símbolo de esa lucha por la justicia y la verdad”.
El dirigente agregó que “Marta Ugarte es parte de la memoria histórica de todo un pueblo. Es un testimonio para la humanidad y para que nunca más en Chile pase algo así”, concluyó.
LANZADA AL MAR
Marta Ugarte Román nació en 1934. Entre 1970 y 1973 era la secretaria de la diputada del Partido Comunista Mireya Baltra, además de encargada de Educación del PC. También tuvo cargos directivos en el Colegio de Profesores.
Tras una larga investigación después de su muerte, encabezada por el juez Miguel Vásquez, se logró acreditar fue detenida el 9 de agosto de 1976, por agentes de la Brigada Purén de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), en la consulta del doctor Iván Insunza, ubicada en Santiago, siendo trasladada al centro de detención de Villa Grimaldi, donde habría sido interrogada y torturada.
En el fallo se determinó que el 9 de septiembre de 1976, fue trasladada junto a otros detenidos a la localidad de Peldehue por agentes de la DINA, “donde se le dio muerte, siendo cubierto su cuerpo con un saco y amarrada con alambre en su cuello”. Posteriormente, fue subida a un helicóptero Puma del Comando de Aviación del Ejército, que se adentró en la costa, “para enseguida, desde la altura, lanzar su cuerpo en alta mar”.
Luego de tres días su cuerpo fue encontrado en el balneario de La Ballena por el pescador Marcel Dupré, quien descubrió el cuerpo cercenado, amarrado en su cuello con un alambre y con múltiples daños. Los medios capitalinos informaron aquella vez que se trataba de un crimen pasional.
Fue recién en el año 2016 que la justicia falló en el caso, condenando a 28 uniformados a penas de entre 12 años y 61 días de cárcel por secuestro y asesinato. Conjuntamente, su familia recibió una indemnización de 100 millones de pesos por el daño moral.
Su caso es emblemático pues fue el único cuerpo encontrado de los cientos que fueron arrojados al mar.