Juicio contra Manuel García Queirolo debía comenzar hoy está en prisión preventiva por abuso sexual y producción de material pornográfico contra la menor brutalmente asesinada en Villa Alemana
VILLA ALEMANA.- Este lunes era la fecha de inicio del juicio oral en contra de Manuel García Queirolo, acusado de abuso sexual y producción de material pornográfico cometidos contra la adolescente de 16 años Ámbar Cornejo, quien fue brutalmente asesinada en Villa Alemana.
VER TAMBIÉN: Detuvieron a ex pareja de la madre de Ámbar por almacenamiento de pornografía infantil
Sin embargo, desde tribunales se informó que debido a un brote de COVID19 en el módulo en que se encuentra recluido y a la cuarentena a que fue sometido el imputado desde el 24 de julio, el juicio debió ser aplazado, quedando como fecha de inicio el próximo 9 de diciembre.
Cabe mencionar que García Queirolo está acusado de abuso sexual y producción de material pornográfico infantil, caso paralelo conocido como “Ámbar 2”, que surgió de la investigación de la brutal violación y homicidio de la adolescente de 16 años Ámbar Cornejo Llanos, ocurridos hace casi un año en Villa Alemana, crimen por el cual se mantienen en prisión preventiva la madre de la menor, Denisse llanos y su pareja, Hugo Bustamante.
TENÍA 400 IMÁGENES
García había sido ex pareja de la madre de Ámbar y además es padre de la mujer que acogió a la menor en sus últimos meses de vida, tiempo en el cual la menor participaba en uno de los programas de intervención del Sename. Fue desde este programa que en enero de 2020 se alertó de un presunto abuso sexual por parte de García, investigación que se acopló luego del brutal asesinato de Ámbar y por el cual el hombre fue detenido en agosto de 2020.
Durante su formalización, la Fiscalía y la Brigada del Cibercrimen de la PDI dieron cuenta de la gran cantidad de evidencia hallada en el teléfono móvil de Manuel García, informando que entre 2019 y julio de 2020 el imputado almacenó más de 400 imágenes de la menor Ámbar Cornejo, tanto en el domicilio que la víctima y su agresor compartían, como en el lugar de trabajo del hombre, junto a otros registros de niños y niñas en actividades sexuales explícitas, comprobándose su participación al encontrarse su imagen en el reflejo del espejo de varias de las imágenes que el mismo grababa; hechos por los cuales el Ministerio Público pide penas que suman 16 años de cárcel.
