“Espero que estos títulos incentiven a otras universidades a apoyar el deporte tan concretamente como lo hace la UVM”, señaló Gianluca Pozo.
MIRADA UNIVERSITARIA.- Humildad, compromiso y pasión son algunos de los adjetivos que describen a Gianluca Pozo, técnico del equipo nacional de básquetbol Sub23 y de la rama masculina y femenina de la Universidad Viña del Mar, quienes se adjudicaron el nacional universitario el 2022.
Pese a su brillante desempeño no se siente ganador. Reconoce que, si bien los triunfos son importantes en su trayectoria, las derrotas y los errores también lo han sido porque de ellos ha aprendido y han sido parte fundamental en el desarrollo de su carrera.
Este viñamarino se inició en el básquetbol a los 6 años, y desde esa edad ha estado ligado al deporte como jugador y luego como entrenador. Si bien cuando pequeño desarrolló varios deportes, el básquet cautivó su interés y hoy dedica toda su energía en mejorar día a día su desempeño como guía deportivo y motivar a jóvenes universitarios a jugar con compromiso y convicción.
¿Cuánto tiempo llevas como DT de la UVM? ¿Cuáles han sido los principales hitos en este camino?
“Llegué el 2017 a la Universidad Viña del Mar a hacerme cargo del equipo masculino y desde el 2019 estoy a cargo de la rama femenina. Yo llegué a la UVM al año siguiente que la universidad había ganado por primera vez un nacional universitario, el 2016 acá en Viña del Mar, por lo tanto, no fue fácil entrar en ese grupo porque además contaba con jugadores que ya estaban terminando sus carreras. En ese entonces me tocó vivir toda la etapa de recambio de jugadores que son los que hoy día forman parte del equipo y de los cuales la mayoría ya cursa la mitad de sus carreras. El 2017 cometí un error reglamentario, en esa época había límite en el número de jugadores mayores de 28 años y yo me excedí. En un primer momento pensé que me costaría el trabajo, pero pese al error, el jefe de deportes de la UVM siguió creyendo en mí como entrenador y en lo que proponíamos como trabajo. El 2019 estábamos con mucha ilusión por cómo nos podía ir en los nacionales, pero se suspendió todo por el estallido social, eso fue un momento complicado para el equipo pues sentíamos que nos quedábamos sin un torneo para el cual nos habíamos preparado tanto, bueno y, finalmente, el 2022 se logra el triunfo con la selección masculina, si bien nosotros creíamos que teníamos una buena opción, no éramos el equipo favorito para ganar. Con las damas también logramos el título, esta vez en casa, materializando así todo el trabajo que se ha hecho con ambas selecciones de esta casa de estudios”.
¿Cómo definirá tu trabajo futuro los títulos obtenidos en el nacional universitario?
“Creo que no afecta mucho, lo único que hace es aumentar un poco más la responsabilidad que vamos a tener en los próximos años porque evidentemente va a existir una expectativa mayor hacia nosotros, pero en realidad un resultado no cambia mayormente ni la convicción que tenemos ni como cuerpo técnico ni con los jugadores respecto a cómo tenemos que trabajar para poder competir bien y es en esta medida como uno es capaz de acercarse a obtener títulos, jugar finales, etc.”
A tu juicio ¿cuáles son las principales fortalezas y los temas que deben mejorarse en el deporte universitario en la región?
“A ver, lo primero es que no me considero para nada un experto en el deporte universitario ni en el básquet universitario, pero sí me parece que la competencia es débil, hay pocas universidades que fomenten el deporte como la UVM, escenario que aumenta las diferencias año a año. Ojalá más universidades entendieran lo bien que hace tener deportistas, apoyarlos, facilitarles los tiempos porque creo además que a las casas de estudio les hace bien tener selecciones competitivas y darle un realce al deporte. Espero que estos títulos que recientemente obtuvimos incentiven a otras universidades a apoyar las disciplinas deportivas tan concretamente como lo hace la Universidad Viña del Mar. A los alumnos les hace bien desarrollar deporte, si son capaces de organizar sus tiempos para el estudio y alguna disciplina, sin duda que habrá ganancia para ambos lados”.
¿En un corto tiempo has alcanzado un sitial destacado en el deporte, logrando importantes títulos con profesionalismo y juventud ¿Cómo se gestiona este escenario de triunfo? ¿Cómo se trabaja la consolidación de futuros logros deportivos?
“Lo de sitial destacado no sé (ríe) sí he tenido la suerte de ganar varias cosas con el club, ahora con la universidad y con la selección chilena, pero considero que, a mi edad, al ser joven para mi trabajo estoy aprendiendo más que nada, estoy validando ciertas cosas de mi forma de trabajar, estoy modificando otras, así que sólo considero que estoy en un lugar privilegiado porque he tenido la posibilidad de acceder a buenos trabajos. Hoy estoy en una posición de querer seguir aprendiendo, mejorando, de gestionar problemas que hace algunos años no habría pensado en tener. El haber obtenido triunfos no modifica la forma en que seguiré desarrollando el trabajo ni el profesionalismo que debo tener para transmitirlo a los jugadores. Mi forma de seguir trabajando no será basada en creer que ya estoy en una posición cómoda, sino que de intentar mejorar y con eso validar mi trabajo y seguir creciendo junto al equipo”.
Finalmente ¿qué recomendación darías a los deportistas jóvenes que se están iniciando en el mundo del baloncesto?
“A los jóvenes que están empezando en este deporte que sepan que se trata de una disciplina muy completa, que requiere de harta destreza física y trabajo en equipo, y que si bien no es profesional como el fútbol si está cerca de serlo. Decir también que desarrollarlo permite que muchos estudiantes accedan a beneficios como becas totales o parciales en colegios y universidades. Además, se trata de un deporte que entrega diversas herramientas para abrirse puertas en el mundo laboral que tal vez no se imaginan cuando inician, y a esto me refiero no sólo desde el punto de vista económico, sino que también, por ejemplo, a la capacidad de liderar, de tener grupos de trabajo y todo lo que significa ser parte de un equipo. Además, se trata de un deporte entretenido, muy dinámico, y que da muchas herramientas para la vida”.
Créditos de fotografía principal: Diario Concepción.