Los expertos han dicho, y con razón, que nunca como ahora se había leído tanto en toda la historia del hombre. La prueba es que para donde uno mire hay alguien leyendo en su teléfono celular, escribiendo, escuchando, hablando, interactuando con mucha gente en distintos lugares y en los más increíbles horarios.
El mundo ha cambiado. En más de medio siglo, “El Observador” ha evolucionado, desde las primeras páginas en papel a un diario electrónico que aparece en las tardes de los lunes, martes y miércoles, a sus dos radios que transmiten en forma ininterrumpida durante las 24 horas, a su sitio web, que informa todo el día, todos los días, en el momento en que están sucediendo los hechos.
El mundo se ha ensanchado y hay muchas opciones donde poder informarse, sin embargo, nosotros hemos podido seguir creciendo gracias a los fieles lectores y auditores, gracias a nuestro sistema informativo y a la localización de nuestros contenidos.
La fuerza de nuestra marca es lo que garantiza confiabilidad, es decir, que detrás de cada publicación no solamente hay un representante legal, sino un equipo de profesionales que comprueban lo que van a publicar, que chequean con más fuentes lo que van a decir, que demuestran independencia y objetividad.
Hoy en día la marca es nuestra principal fortaleza. Los que revisan nuestras notas en la web, los que leen el diario y los que escuchan nuestras radios, saben que pueden confiar en nosotros, que por más de cinco décadas venimos entregando informaciones con respaldo. Si reenvían un texto saben que no se van a equivocar. Si conversan sobre un tema que hemos tratado saben que no se equivocan al relatarlo.
No es fácil alcanzar estos niveles de confiabilidad, pero eso se puede lograr tanto por el tiempo transcurrido en la generación de información como por los profesionales que elaboran los textos.
Estamos contentos y agradecidos de estos 54 años, queremos seguir sirviendo a la verdad, a la formación de opinión pública, a la diferenciación entre tanta ventana que se abre, entre tanto tráfico de información interesada. Es un verdadero bombardeo diario donde muchas personas intentan convencernos de sus propuestas, productos o ideas.
Queremos agradecer, dar las GRACIAS con mayúscula, porque con el tiempo lo único que nos pasa es que crece nuestra gratitud, aumenta nuestra seguridad en la confiabilidad que despiertan nuestros contenidos y el servicio que prestamos a través nuestra publicidad.
Todos los equipos de la Empresa Periodística “El Observador” saludamos a nuestros lectores, auditores y avisadores, asegurándoles que seguiremos con firmeza sosteniendo nuestra independencia y confiabilidad.
Gracias, muchas gracias, y sigamos juntos.
