El club “Escuela Municipal de básquetbol femenina de La Ligua” compite en cuatro categorías de un torneo de primera división, donde el año pasado alzó la copa del campeón en la sub 11 y sub 13.
REPORTAJES.- El año 2022 fue muy especial para la Escuela Municipal de básquetbol femenino de La Ligua. Las categorías sub 11 y sub 13 salieron campeonas en la Primera División de la Copa de Oro, un torneo en que compiten los 10 mejores clubes federados en Femicentro.
En toda la década de historia de la Escuela, nunca había obtenido un resultado tan bueno. En el nivel de damas, La Ligua no tiene una tradición basquetbolista ni ha ganado campeonatos nacionales, puesto que es una rama relativamente joven.
Aún así, hoy en día la rama femenina está compitiendo en la Copa de Oro, teniendo un desempeño sobresaliente, mientras que, en el básquetbol masculino, no hay participación a nivel federado, con jóvenes de diferentes escuelas, y su último logro fue el año 2018, cuando la sub 14 del colegio Pucalán salió 4° de Chile a nivel escolar.
Pero, ¿cómo en una década de existencia de la Escuela, las mujeres han logrado dos campeonatos en la citada prestigiosa Copa?
Como un club deportivo
Hay que decir que, en estos 10 años, la escuela ha tenido muchos cambios que la han empujado hacia lo grande. “Esto partió como un taller de básquetbol de la Escuela Municipal Gabriela Mistral y después se trasladó como Escuela Municipal de básquetbol con niñas de todas las edades“, cuenta Diego Tapia Godoy, profesor que lleva 12 años formando a las niñas y jóvenes liguanas en la disciplina.
El taller que existía en la Escuela Gabriela Mistral se amplió y comenzó a recibir a estudiantes de los distintos recintos de la comuna, creándose la escuela municipal. Tras ese proceso, la escuela se convirtió en el club deportivo “Escuela Municipal de básquetbol femenina de La Ligua” y con esta figura, pudo entrar a competir en la Asociación de Básquetbol de Valparaíso.
“Ahí encontramos que nuestra primera debilidad era que nuestras jugadoras partían muy grandes a jugar. Llegaban a los 11 años”, dice el profesor Diego Tapia. En el básquetbol femenino juvenil de la Asociación, están las categorías sub 11, sub 13, sub 15 y sub 18. La Escuela Municipal contaba con todas estas divisiones, lo que es un requisito para competir en la Primera División, junto con tener buenos resultados para mantener la categoría. Para suplir esta flaqueza, se creó una nueva instancia para las jugadoras más pequeñas.
“Tenemos una escuelita que es de formación derechamente, en la que no se compite y que va reclutando a niñas de 6 a 9 años, para que después pasen ya a la parte competitiva, que es de cuatro categorías: 11, 13, 15 y 18 años”, explica el profesor de baloncesto.
“Hoy en día nos llegan niñas a los 6, 7, 8 años”, dice. La escuela y club deportivo fueron creciendo, llegando actualmente a 60 niñas integrantes en La Ligua, desde los 6 a los 18 años.
La generación dorada
“El año pasado, nosotros conseguimos los mayores logros históricos como escuela de básquetbol y me atrevería a decir que de La Ligua”, dice el profesor.
Para contextualizar, el club compite en los torneos de Femicentro, una importante federación nacional femenina en la que actualmente hay 30 equipos. Diez de ellos compiten en la Copa de Oro (Primera División), entre los que está La Ligua. Veinte equipos juegan en la Segunda División, en la Copa de Plata. El mejor de la Copa de Oro se define en un cuadrangular con los equipos que lograron más puntos a lo largo del año.
Asimismo, bajan a la segunda categoría los planteles que quedaron en el lugar 8 y 9 de la tabla anual. Los 20 equipos de la Copa de Plata, segunda división, se reparten en zona norte y zona sur: los mejores de cada torneo ascienden a la Copa de Oro.
“Primero, nuestras expectativas son mantenernos en la categoría. Ese es nuestro objetivo cada año y de a poco se fue dando, ya que se dio una generación muy buena post pandemia. Llegaron muchas niñas bastante talentosas a la escuela. Entonces de a poco nos fuimos entusiasmando porque empezaron a ganar, a ganar y a ganar”, dice Diego Tapia.
Como la sub 13 salió primera en la fase regular, pudo jugar de local en el cuadrangular, que se disputó en La Ligua ante equipos de talla nacional. “Le ganamos al club Sergio Ceppi, a Universitarios de Chile”, cuenta el profesor. La sub 11 quedó segunda de la fase regular y jugó el cuadrangular en Quilpué. “A Sergio Ceppi le ganamos en la final y en la semifinal le ganamos a San Fernando”, relata Diego Tapia.
“Fue un sueño cumplido, porque nosotros llevamos 10 años en esa liga y lo que más habíamos sacado era un cuarto lugar. Estuvimos en la final tras muchos partidos, también ganamos el torneo de la Asociación de Valparaíso sub 13, entonces fue un año súper agotador pero súper gratificante para nosotros, que logramos todo”, expresa el profesor.
Crece el equipo profesional
La ilusión de seguir escalando y obteniendo excelentes resultados, se refuerza con el trabajo constante para proyectar a las deportistas y futuras generaciones.
“Hemos incluido a profesionales en el staff, ahora tenemos un preparador físico. También se va a integrar periódicamente, no a tiempo completo, un nutricionista deportivo con las niñas. Ellas están iniciando la musculación, para que cuando tengan 17 o 18 años ya estén desarrolladas. Les estamos entregando herramientas que antes a las otras no le entregábamos. Estamos mejorando y contamos con el apoyo al 100% de la municipalidad”, rescata el profesor Diego Tapia.
“Como ya abarcamos más áreas, ellas se desarrollan mejor y los resultados son por lo mismo, porque ellas tienen muchas más cosas que antes”, dice.
El deporte les aporta múltiples beneficios
Junto con el apoyo integral, ellas se mantienen jugando en el ritmo competitivo. Todas las semanas están disputando partidos importantes tanto locales, como en otras ciudades. De acuerdo con el profesor Tapia, se estima que en 2022 cada niña y joven jugó un mínimo de 40 partidos al año, que es un número bastante alto.
Además de la competitividad, las jugadoras reciben los múltiples beneficios que conlleva practicar un deporte. “En la parte de la salud, vamos a tener niñas sanas. Pero también en la parte social las niñas son más extrovertidas y tienen mucha personalidad: ellas viajan, conocen, se saben desenvolver en distintas áreas. Acá, por ejemplo, hacemos que lean libros en los viajes y eliminamos el teléfono”, comenta Diego Tapia.
“También, lo que les entrega el deporte es que ellas son constantes, se esfuerzan, son perseverantes, responsables, porque acá por ejemplo, todas las categorías cuentan con tres entrenamientos, pero si hay alguien que no entrena dos veces, después no juega en la semana”, señala el profesor.
Jugadoras de proyección
Junto al buen nivel que demuestran los equipos de la Escuela Municipal de La Ligua, ha habido jugadoras sobresalientes. “El año pasado tuvimos dos jugadoras que salieron terceras de Chile, representando a la Asociación de Valparaíso. Una jugadora salió segunda y todas ellas fueron seleccionadas”, indica el entrenador.
“Ellas están constantemente siendo llamadas a la selección de Valparaíso, y hay una que la llamaron a una visoria de la selección de Chile. Todavía no hacen el llamado a la preselección, por ahora sólo andan viendo por ciudades, pero la llamaron”, dice el profesor.
“Del año 2007, está la jugadora Constanza Ávila. De 2008, son Catalina Fernández y Sofía Ávalos. Finalmente, la más chica es Florencia Saavedra, nacida en el año 2010. Ellas son jugadoras muy proyectables”, asegura el profesor.
Por mencionar uno de los reconocimientos que han recibido, junto a que la sub 13 ganara la Copa de Oro el año pasado, la basquetbolista liguana Sofía Ávalos fue elegida la mejor jugadora del campeonato.
Actualmente el club sigue compitiendo en la Copa de Oro, obteniendo buenos resultando, con sub 11 y la sub 15 en el segundo puesto de la división.
