“Mi abuelo, cuando nos veía, iba a sacar las monedas de la pileta para repartirlas”, detalló Daniel Rojo Salinas, ganador en la Categoría Adultos del Concurso de Cuentos “La Calera en 179 palabras”
LA CALERA.- El hermoso cuento “El Ladrón de los Deseos” fue el ganador de la categoría Adultos del Concurso “La Calera en 179 palabras”. La iniciativa surgió desde la Oficina de Cultura y Patrimonio de la Municipalidad, para sumarse a las celebraciones de los 179 años de la ciudad. Es un gran cuento.
El autor de “El Ladrón de los Deseos” es el joven abogado Daniel Rojo Salinas. Tiene 27 años, es vecino en la calle Pedro de Valdivia de La Calera y ex alumno del Colegio San Gabriel de la Rivera. Dice que el concurso lo motivó, “porque el tema tenía que ser sobre la ciudad y porque me gusta leer y escribir”.
Basado en la vida real
Según el abogado, que se desempeña en un tribunal civil de Villa Alemana, “no hay nada de fantasía en la historia. Es cierta. Mi abuelo Rudelindo Rojo, que padeció de Alzheimer, vivía en la Población Cemento Melón y cuando nos veía, como una forma de cariño y derivado de su enfermedad, iba a sacar las monedas que la gente lanzaba a la pileta, luego de pedir un deseo. Luego las repartía entre nosotros, los nietos. Era como algo muy de él, muy emotivo. Está fallecido hace varios años”.
Agrega que su cuento, “es un homenaje a mi abuelo y a la gente de la ciudad. Creo que los caleranos mantienen siempre sueños y deseos. Creo que igual ahora tirarían alguna moneda al agua para pedir un deseo y cumplir un sueño. Quizás sea una acción que, para mí, retrata en gran parte a los caleranos. Nunca cejamos en lo que queremos y aunque no todos lanzamos monedas a alguna pileta, nos esforzamos por conseguir los sueños. También somos emotivos y no olvidamos a las personas que nos han querido y que nos han dejado algo”.
El abogado-escritor Daniel Rojo Salinas cree que la iniciativa de la Oficina de Cultura y de la Municipalidad debería repetirse y mantenerse. “Siempre escucho de artistas haciendo cosas en La Calera. En el Teatro, en la Literatura, en la Música, en varias otras áreas. Habría que considerar posibilidades para todos”, sentenció.
Daniel Rojo Salinas dice estar muy contento con el premio y que le gustó compartir con otras personas de la ciudad -adultos y niños- que también escriben. “Creo que todos escribimos, con mucho cariño, por nuestra ciudad. Estas actividades nos permiten conocernos más. Es muy bueno que se hagan y que se sigan haciendo”, concluyó el autor del cuento ganador.
El Ladrón de Deseos
“El abuelito Rudén tiene Alzheimer” nos dijeron, y con nuestro hermano supimos lo que significaba, lo habíamos vivido antes con el Tata y lamentablemente sabíamos qué esperar. No fue un cambio repentino como los peores augurios anunciaban, pero el avance era lento y letal. Los domingos le veíamos caminar por el costado de la carretera, haciendo el recorrido de La Calera a Quillota, probablemente recordando sus mejores años, cuando ese recorrido lo hacía encima de un tren, pero se fue desencajando. A veces su casa no era suya, otras sus nietos éramos desconocidos. Su espíritu seguía intacto, seguía barriendo la vereda con los gritos de mi abuela de fondo, con esos paseos cada vez más confusos, y claro, transformándose en el ladrón de los deseos. Los sábados, con los pantalones arremangados, se metía a la pileta de la plaza Cemento a robar los deseos ajenos, y con el peso de los deseos tintineando en sus bolsillos volvía a la casa, nos sonreía cuando lograba reconocernos y a escondidas de nuestros padres, nos entregaba algún deseo que no le pertenecía.
(Imagen principal referencial: redes sociales)
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