El gran mal de Chile es la impunidad de la que gozan todo tipo de delincuentes

Publicado el at 12:41 am
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Por Roberto Silva Bijit
Fundador Diario “El Observador”

El drama que vive el país no es que existan corruptos, delincuentes, traficantes, violadores, ladrones, sino que todos ellos queden sin castigo, que nunca se les cobre la cuenta.

Si el sistema no castiga los delitos, la gente sigue delinquiendo con toda confianza y tranquilidad. Pruebas hay por cientos, por miles. Hace un par de semanas, en nuestra zona, un carabinero enfrentó a un delincuente que se había robado un auto. Cuando lo fue a detener el bandido sacó un arma para dispararle, sin embargo, el policía fue más rápido, le disparó antes y lo mató. Al revisar los antecedentes el sujeto tenía 31 detenciones anteriores. ¿Qué hacía suelto? Impunidad. Nadie lo castiga, se puede zafar siempre de la justicia. No hay méritos suficientes, no hay denuncias adecuadas, no hay pruebas, no hay, no hay, pero al final el tipo sigue cometiendo delitos. Si el carabinero no dispara antes, estaría en la lista de los mártires y habríamos perdido a otro funcionario defensor del orden por culpa de la impunidad y en manos de un delincuente.

Con los tres carabineros del sur lo mismo. Van a buscar y no van a encontrar. Los atentados ya son una costumbre. Nadie se asombra. Lo que pasa que esta vez fue muy desgraciada la situación, pero no por ello las cosas van a cambiar. El Presidente pone cara de preocupado pero no actúa. La justicia mira de lejos. Los parlamentarios se hacen como que legislan por nuestra seguridad, pero todo sigue igual.

¿Acaso no sabe el Presidente y el Estado de Chile que las armas son monopolio del Estado y no de grupos subversivos? ¿Qué más tienen que esperar para ponerle freno a los grupos armados que se sacan fotos burlándose del país y gozando de absoluta impunidad?

No se trata de querer un Bukele, se trata de impedir de una vez por todas que los grupos armados del sur sigan armados y cometiendo atentados y crímenes. Eso es todo. El desafío al estado de derecho de esos grupos es la mejor prueba de la impunidad que se vive en Chile.

Las leyes están mal paridas. Los parlamentarios no tienen tiempo de legislar a fondo porque entre cóctel y cóctel, y entre repostularse como candidatos se les pasa la vida. Hay que cambiar la forma de trabajo. El Estado de Chile debe contratar un grupo de expertos penalistas que ayuden a los señores parlamentarios a redactar una ley que definitivamente le ponga fin a la insolente impunidad que sufrimos. Cualquier detenido, en cualquier procedimiento, el tipo ya ha estado preso o detenido varias veces y por lo blando del sistema, el maldito puede seguir cometiendo sus fechorías.

El gran problema de la seguridad, con el que todos hacen tantas gárgaras, se resuelve acabando con la impunidad, como ocurre en todos los estados de derecho decentes que quedan en el mundo, donde la policía y los jueces contribuyen a castigar a los responsables de los delitos. Si eso no pasa, todos hacen un festín con Chile: burlan sus fronteras, entran o salen cuando quieren, matan sin culpa, roban sin piedad, no le temen a nada. El venezolano que mató al oficial de Carabineros se fue de Santiago a Coquimbo, donde compró un pasaporte nuevo, se cortó el pelo y se fue al norte, burló la frontera y siguió pasando países hasta llegar a Colombia, donde fue detenido. Y después le tiró besitos a la cámara, burlándose de todos nosotros. Ese venezolano sabe que en Chile no hay justicia y que se las arreglará para quedar libre. Por eso se ríe de todos y tira besitos el desgraciado. Por favor, no nos olvidemos de ese besito a la cámara porque es el mejor retrato de la impunidad que estamos sufriendo.

Impunidad o incapacidad del sistema y de los gobernantes de los tres poderes de Chile.

Imagen de Redes Sociales.

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