El concepto del “equipo de los sueños imposibles” nació de una conversación que sostuve con Víctor Rivero días antes del vital partido ante Wanderers, que terminó definiendo el retorno de Unión La Calera a Primera el año pasado.
En ese diálogo con el DT, que responde a una larga amistad, me sorprendió el grado de motivación que Víctor es capaz de traspasar a sus jugadores. Porque aunque el discurso futbolístico es parecido en todos los técnicos del mundo, la gran diferencia del entrenador calerano es plasmar su idea en sus jugadores.
Hoy no tengo dudas que cualquier otro técnico -con el mismo plantel- no estaría segundo en la Tabla de Posiciones de Primera. Van dos tercios del campeonato -21 fechas de 30- y Unión La Calera, ya sin el increíble Brian Fernández, sigue silenciando estadios y tumbando rivales.
Y el gran artífice de esto es Víctor Javier Rivero Faccioli, quien a los 38 años está emparentado con el éxito: subió a San Luis el 2015, dejó a Everton listo para que Héctor Tapia -sin muchos méritos- ascendiera el 2016 y salvó a La Calera del descenso el año pasado. ¡Pero además lo sacó campeón de Primera B! Algo sin precedentes en el fútbol mundial, si se considera que cuando arrancó el torneo el cuadro rojo era último con 10 puntos menos que su antecesor, Iberia.
La clave de Rivero ha sido su capacidad de convencer. Así como cuando era futbolista pobre y vendía artefactos telefónicos, el adiestrador calerano hoy ha instalado en sus jugadores la convicción de que todo es posible y que en la cancha se juega la vida.
Bajo esta visión no extraña cómo han potenciado su valor el mismo Fernández (vendido a Necaxa), Gabriel Arias (hoy en Racing), Gonzalo Abán y Claudio González. Y los más jóvenes, como Álvaro Césped, Yonathan Andía y el originario de Lliu Lliu, Víctor Retamal.
O al revés. Jugadores que con el ex golero rindieron a gran nivel, al emigrar de su dirección volvieron a los altibajos y la suplencia. Kevin Vásquez (Wanderers), Diego Orellana (Everton), Lucas Fierro (Barnechea) o Nicolás Astete (Deportes Recolecta).
Aunque para dirigir con éxito se necesita mucho más que “llegar con el mensaje”. Se necesitan dirigentes dispuestos a invertir, un Cuerpo Técnico cohesionado y un técnico trabajólico pero efectivo. No sirve ver mil videos con tus jugadores si el día del partido no eliges bien el equipo titular o te equivocas en los cambios. Y aquí otra vez Rivero es casi infalible.
Si cree que exagero, le recordaré que hace once meses Unión La Calera se iba a la Segunda Profesional. Y el hombre, que parece estar tocado por una varita mágica, lo salvó y ahora lo tiene a las puertas del logro más importante de la historia del club.