Por Roberto Silva Bijit
Fundador Diario “El Observador”
Llevamos todo este año escuchando y leyendo que se prepara una gran conmemoración del 11 de Septiembre de 1973, que para unos son los “50 años del Golpe” y para otros son los “50 años del Pronunciamiento Militar”.
En todo caso, para nadie debería ser un misterio que la crisis del 73 que nos llevó al Golpe de Estado es responsabilidad de los políticos, que fueron incapaces de darle gobernabilidad al país. No fue ni por los militares, ni por la CIA, ni por nadie del extranjero. Ocurrió porque los políticos no fueron capaces de ponerse de acuerdo, no llegaron a un entendimiento y el país se fue a la ruina. Y nuestra solución no fue la mejor, porque si en el banco existe un agente con problemas, no se puede cambiar al agente por el guardia del banco.
Por eso, y ante las recientes sensaciones que se han expresado en torno a que la crisis de gobernabilidad actual ha propiciado un escenario similar al de aquellos años, creo que el país de algún modo ha cambiado enormemente y eso no volverá a ocurrir, pero sí el espectáculo pobre, miserable en valores que han estado dando los políticos, haciéndole un daño a la sociedad y a la democracia, en especial, porque eso es ingobernabilidad. Si el 73 hubo una crisis de ingobernabilidad producto que no fueron capaces de llegar a acuerdos, hoy día hay una crisis de incapacidad de gobernar por parte del Ejecutivo y del Legislativo, debido a que son incapaces de dialogar para alcanzar las leyes que se necesitan en materias básicas.
Para los 40 años del golpe militar, publicamos el libro “Historia del 11 de Septiembre de 1973. Antecedentes históricos, los sucesos del Once y sus consecuencias para Chile”, junto a Daniel Avendaño Caneo, Claudio Espejo Bórquez y Miguel Núñez Mercado. Quedamos muy contentos de la respuesta. El libro tuvo una gran venta y continúa siendo pedido en las librerías de Chile y vendido en nuestras oficinas, esta vez, a un precio rebajado. Nosotros lo queremos en las bibliotecas escolares, para que los jóvenes entiendan lo que nos pasó en Chile y lo que nos está pasando.
Como profesor de Historia, me perseguía la idea de hacer un libro objetivo sobre una situación tan polarizada. Siempre la verdad tiene dos miradas, pero si uno se acerca desde lo exacto, es muy difícil equivocarse. Y el planteamiento del libro fue buscar la exactitud de los hechos ocurridos y sus repercusiones, detallar cómo fueron ocurriendo, y especialmente, darle tribuna documental a los dos sectores. Hay cientos de testimonios textuales de dirigentes de izquierda y derecha, que le permiten al lector entender lo que ellos pensaban y formarse una opinión propia.
Se trata de un libro en gran formato, de 288 páginas, que comienza con una mirada histórica, que desde 1831 a 1952 analiza el desarrollo de la historia de Chile desde una mirada de la crisis del 73. Para llegar al 73 el país vive la crisis de Balmaceda, el suicidio del Presidente, que es muy parecido al de Allende. Esa primera etapa trata de explicar la crisis entre el Ejecutivo y el Legislativo, que es un problema permanente de la sociedad chilena hasta hoy.
Pero el detonante principal de la crisis fue el 29 de junio de 1973, con la salida de los tanques en dirección a La Moneda. Se le ha llamado el “tanquetazo”. Ese día, el Presidente Allende pierde el control y hace un discurso radial, que dice “si llega la hora, armas tendrá el pueblo”, y esa frase fatal será el detonante, porque hará que los militares, a quienes Allende les aseguró el monopolio de las armas, ahora entendían que el gobierno tenía armas y que se las iba a entregar al pueblo, al MIR, a los socialistas más subversivos; hubo este temor natural de parte de las Fuerzas Armadas; todos entendieron que el golpe venía después de lo que dijo Allende y las Fuerzas Armadas reaccionarían. Chile no es un país que tenga Fuerzas Armadas golpistas, de hecho, ellos muchas cosas las improvisaron. Pero desde el 29 de junio al 11 de septiembre, fue un período de preparación. El 30 de junio se reúnen cinco generales del Ejército, cinco de la Armada y cinco de la Fuerza Aérea, el famoso grupo de los 15 y decidieron cómo derribar a Allende. Del mismo modo, la extrema izquierda, que estaba por el golpe de izquierda, también anunció que estaba interviniendo en los cuarteles de las Fuerzas Armadas para sublevar a la tropa.
Por eso afirmamos que el 11 de Septiembre explotó ese día 29 de junio, en que por ambos lados se decidió una intervención armada. Ese día murieron 22 personas y hubo un enfrentamiento a balazos entre miembros del Ejército.
El Once seguirá siendo un día fatídico, que nos trae recuerdos de una desgracia, pero que para muchos fue también el inicio del cambio en Chile.
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