Tras la atención de escolares y adultos en el Cesfam de Puchuncaví, con síntomas que fueron asociados a olores, se reabre el cuestionamiento a las medidas que se han aplicado para mantener la salud ambiental de la zona
Luego de lo sucedido esta semana en Puchuncaví, donde un grupo de 21 escolares y 6 adultos del Complejo Educacional Sargento Aldea de Puchuncaví debieran ser atendidos por efectos causados probablemente por una emanación de olores, las reacciones desde el mundo político comenzaron a aparecer.
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Aunque hasta el cierre de esta nota aún no estaba claro que haya sido un episodio de intoxicación masiva derivada de la contaminación industrial, este tipo de suceso devuelve la preocupación por la salud ambiental de la bahía de Quintero – Puchuncaví.
El martes, el presidente de la Comisión de Medio Ambiente de la Cámara de Diputados, Daniel Melo (PS) anunció que invitará a la próxima sesión a la ministra de Medio Ambiente, Maisa Rojas, para abordar este presunto evento de contaminación.
Junto con ella, invitarán a otras autoridades con competencia ambiental, para solicitar información sobre la implementación de las medidas que fueron parte de un fallo de la Corte Suprema, posterior a la grave emergencia ambiental de abril de 2018.
En la zona, la Diputada Carolina Marzán dijo que presentará un Recurso de Protección para salvaguardar la salud de los habitantes de la comuna.
En una línea complementaria, la diputada de Convergencia Social, Francisca Bello, cuestionó la vigencia del Plan de Prevención y Descontaminación de Quintero – Puchuncaví. En conversación con Observador.cl, señaló que el Estado sigue en deuda a la hora de establecer planes que enfrenten los problemas derivados de la concentración de industrias en zonas geográficas específicas.
“El Estado tiene el deber moral de generar las condiciones, para de una vez empezar a generar un nuevo trato con las zonas de sacrificio de este país. Esperamos que este gobierno camine en esa dirección, ya que así como la seguridad y el costo de la vida, la salud en todas sus dimensiones de las personas que habitan una zona de sacrificio no puede esperar más”, comentó.
¿Plan de Descontaminación quedó chico?
Cabe recordar que, luego de los episodios de 2018, se diseñó y se puso en operación el Plan de Prevención y Descontaminación de Concón Quintero y Puchuncaví, que -entre otras aristas- creó protocolos de reacción cuando se presentan situaciones que pudieran ser riesgosas.
Uno de ellos es el denominado “Gestión de Episodios Críticos” (GEC), que se activó el martes, una vez conocida la presencia de escolares en el centro de salud, señalando que tenían síntomas asociados a olores.
La diputada Bello comentó a Observador.cl que este Plan quedó chico, pues -a su juicio- “sirve para quienes mejorar una serie de indicadores es sinónimo de prevenir o descontaminar”.
“Hay empresas que no tienen Resolución de Calificación Ambiental, porque la normativa no lo solicitaba, así como otras que cumplieron su vida útil. Hay que regular lo que se emite” / Francisca Bello, diputada (CS)
“La realidad nos demuestra que los episodios de ‘peak’ de contaminación siguen ocurriendo, con una frecuencia que hace dudar de su efectividad o que sobreestima la tolerancia a la contaminación que quienes diseñaron este plan esperan que tengamos las personas de la bahía de Quintero”, comentó.
“La nuestra no es una contaminación como la que ocurre en Santiago, donde el gas es solo uno: el que emiten los autos y otras industrias. Acá tenemos múltiples fuentes emisoras y una diversidad atemorizante de gases contaminantes que se fusionan en el aire y crean cócteles tóxicos”, opinó.
Por esta razón, dijo que es necesario, en el corto plazo, “elevar los estándares de las normas de emisión y de calidad de aire”
Una de las situaciones -recordó la parlamentaria- se asocia a empresas que operan en la zona sin haber pasado por Evaluación Ambiental, debido a que en la época en que comenzaron sus actividades, la ley no las obligaba a someterse a ella.
“Hay empresas que no tienen Resolución de Calificación Ambiental, porque la normativa no lo solicitaba, así como otras que cumplieron su vida útil. Hay que regular lo que se emite, quién lo emite y una cantidad de emisión que no ponga en peligro la vida de las personas que habitan esta bahía”, comentó Francisca Bello.