Era hijo único. El domingo fue atacado por delincuentes y recibió impactos de bala en su cabeza, que terminaron con su vida tras dos días de agonía
QUILPUÉ.– Escenas de profundo dolor e impotencia se vivieron este jueves en la Parroquia Nuestra Señora del Rosario de Quilpué, donde más de un centenar de personas llegaron a despedir a Stephano Hernández Urizar, un joven ingeniero de 28 años, que falleció tras sufrir un violento portonazo en su domicilio en el sector Teniente Serrano.
El hecho ocurrió en la madrugada del domingo en la calle Almirante Gerken con pasaje Contramaestre Brito. Fue en momentos en que el joven guardaba su camioneta, cuando fue abordado con violencia por grupo de sujetos.
El joven trató de defenderse moviendo su vehículo en contra de los delincuentes, pero recibió la peor respuesta, pues los sujetos sacaron armas y abrieron fuego, impactándolo en la zona del cráneo, tras lo cual huyeron del lugar. Stephano se mantuvo dos días en riesgo vital en el Hospital de Quilpué, donde finalmente falleció.
Era hijo único
Stephano Hernández Urízar, nació en Quilpué siendo hijo único de Iván Hernández Lepe y María Luisa Urízar. Creció en un entorno sano y feliz junto a sus padres y a su abuela Victoria, siendo querido por todos los que le conocieron en la Villa Teniente Serrano.
A sus 28 años ya era un Técnico de nivel superior en Matricería graduado de la Universidad Técnica Federico Santa María, siendo su hobby la pesca recreativa y el reparar motos.
Hasta el momento, las policías no han logrado dar captura a los autores del crimen, por lo que las pericias investigativas continúan en desarrollo. En tanto, al mediodía de este jueves, el cuerpo del malogrado quilpueíno llegó hasta la principal parroquia de la comuna, donde la familia recibió los afectos y condolencias de la comunidad.
Tras un responso por el eterno descanso de su alma en la citada parroquia, el cortejo fúnebre salió hasta Cementerio Parque del Mar de Concón dónde fue cremado.
Fotos vía redes sociales
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