Carabineros de la Segunda Comisaría realizó un llamado para evitar este tipo de pitanzas
SAN FELIPE.- A raíz de los últimos hechos delincuenciales que ocurrieron en San Felipe durante la semana pasada, como el robo al almacén “Jumbito” y el asalto en la planta de Revisión Técnica, que tuvieron un rápido accionar de parte de Carabineros capturando a los delincuentes en sólo minutos, es que surgió la pregunta: ¿cuáles son las claves para ayudar en esa respuesta veloz que se requiere de parte de las policías?
Y en esta indagatoria con efectivos de la Segunda Comisaría de Carabineros de San Felipe, se estableció que el tiempo de demora del primer llamado para denunciar el delito, es clave para la capacidad de respuesta de la policía.
Pero también, con preocupación, volvió al tapete el mal uso que muchos irresponsables e inescrupulosos le dan al teléfono 133. De hecho, la mayoría de los llamados a la Central de Comunicaciones (133) son nada más que bromas e insultos.
CAPACIDAD DE RESPUESTA
El mayor de Carabineros, Héctor Soto, indicó que “permanentemente estamos tratando de mejorar nuestros tiempos de respuesta y afortunadamente estos procedimientos han dado muy buenos resultados”, refiriéndose a la captura de dos bandas dedicadas a cometer asaltos la semana pasada.
Y en este sentido, el oficial planteó que es clave “la rápida entrega de información de parte de los afectados o testigos, lo que permite identificar rápidamente un vehículo, una patente o características de los individuos. Eso hace posible realizar los controles respectivos y establecer si efectivamente son los que participaron en ese hecho delincuencial”.
Según el mayor Soto, es entendible que “la víctima ante estos hechos quede en extremo nerviosismo, pero el llamado es a tratar de mantener la calma, no actuar por sí solos y tratar de distinguir las características de los delincuentes”.
El 133
Pero también es relevante alertar con prontitud. Es decir, llamar al 133 al primer instante después de haber sido víctima de un delito.
Según el jefe policial sanfelipeño, “el nivel 133 es indudablemente una tremenda herramienta para dar a conocer o denunciar algún hecho, porque a medida que nosotros como carabineros nos enteremos del hecho puntual, tenemos la cobertura suficiente y el personal desplegado para tener una cobertura más amplia. Tenemos motos, bicicletas, autos y todo lo que permite acortar los tiempos de respuesta”, explica.
Sin embargo, uno de los mayores problemas no son los delincuentes, sino la gran cantidad de pitanzas que se realizan al teléfono destinado exclusivamente para emergencias.
“El nivel 133 lamentablemente en ocasiones está ocupado, nuestros estudios revelan que el 70% de las llamadas que se hacen son pitanzas o bromas”, expuso el mayor.
Y algo más. En voz del jefe policial los responsables de esos llamados son menores de edad. “Entonces ahí también hay un llamado hacia los papás y mamás que eduquen a sus hijos en lo que respecta al buen uso del fono 133 porque indudablemente ayuda a tener mejores resultados”, afirmó.
“Lamentablemente hace algún tiempo se ha dado que niños o niñas llaman para molestar, para insultar a carabineros, entonces ¿qué es lo que pasa? que al momento de producirse una emergencia real, la persona que está llamando puede que no ingrese en la primera llamada o en la segunda, y eso es tiempo valioso que se pierde en nuestra reacción”, detalló el mayor Héctor Soto.
Al momento de recibir una denuncia, Carabineros tipifica la emergencia en A,B o C, según la gravedad, finado tiempos y recursos según lo amerite.
“Los de categoría A son los de mayor importancia, como los robos, por ejemplo, y en eso tenemos estimado que el tiempo desde que ingresa la llamada hasta que el carro llega al lugar, pasan cerca de cuatro a cinco minutos. Y hay otros procedimientos que son de categoría B o C, como por ejemplo los ruidos molestos”, explicó.