Terminó sus estudios y dio la PAES desde la cárcel obteniendo un puntaje que le permitió matricularse en una universidad tradicional
Hace algunas semanas a través de estas páginas conocimos historias de jóvenes que consiguieron una gran hazaña obteniendo puntajes perfectos en la Prueba de Acceso a la Educación Superior (PAES), pro también es necesario destacar a otros, miles de estudiantes que también alcanzaron el sueño de tener estudios superiores, incluso en circunstancias tan desventajosas como haberse preparado mientras se encontraban privados de libertad, tal como ocurrió con el quillotano Daniel Retamales.
QUILLOTANO
Para conversar con Daniel y conocer su historia “El Observador” llegó hasta el Centro de Detención Preventiva de Quillota y a los pocos minutos de estar esperando en una oficina hizo ingreso nuestro protagonista, esposado y acompañado por un gendarme. Tiene 31 años y ha sido toda la vida vecino del Cerro Mayaca, específicamente en el sector El Dínamo, estudió hasta sexto baśico en el Colegio San Pedro Nolasco y hasta octavo en el Liceo Agrícola de San Pedro, sin embargo, pese a tener las capacidades, no fue capaz de seguir adelante. “Traté de terminar primero medio en el Colegio San Luis, pero me retiré, después me metí al CEIA, pero tampoco terminé, al final me inscribí para dar exámenes libres, pero tampoco los hice”, comentó un tanto avergonzado.
ESTUDIOS
Según contó, se “perdió” algunos años, especialmente cuando fue detenido por robo, situación que lo llevó a estar privado de libertad. Probablemente su juventud e inmadurez no lo hicieron ver la situación a la que había llegado y a la que estaba rastreando a su familia, es por eso que al tiempo se convirtió en reincidente, sin embargo, esta vez fue diferente, se dio cuenta de su error y decidió hacer algo al respecto. “Hace años empecé a estudiar acá en la cárcel, pude sacar el primero y segundo medio y el último año el tercero y cuarto medio, estoy hace diecisiete meses aquí adentro,pude dar la PAES y me fue bien, saqué 581 puntos en matemáticas, 514 en comprensión lectora y 499 en ciencias” comentó orgulloso, sin mencionar que fue fue el segundo mejor alumno de su generación, por lo que su puntaje NEM alcanzó los 802 puntos, ponderando finalmente 660.
Lamentablemente, según las palabras de Daniel, no eran muchos sus compañeros que tenían el mismo interés que él en salir del ambiente carcelario. “Éramos pocos los que íbamos a clases, a mi me gustaba, porque el ambiente era otro, hay varios que quieren salir adelante, pero se desmotivan, dejan de ir a clases, yo iba siempre porque era distinto, casi como estar afuera, los profesores y los compañeros eran un gran impulso para querer salir”, comentó.
DISEÑO
Con ese gran puntaje se le presentó una gran posibilidad ante sus ojos, llegar a la universidad, algo por lo que de inmediato se puso a pensar en alguna carrera que fuera de acuerdo a sus intereses. “A mi siempre me ha gustado dibujar, veo una foto y la dibujo, hago retratos. En el módulo lo hacía y después llegaron troncos y empecé a tallar, unos búhos, elefantes, hice un scooby doo hace algunos días, y al final los vendí”, dijo entusiasta agregando que s facilidad con las artes, especialmente el dibujo lo llevó a decidirse por la carrera de Diseño, sueño que cumplirá en las aulas de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso.
Para Daniel, esta es una oportunidad que no puede dejar pasar, ya que según cuenta tiene grandes motivaciones. “Mi familia me ha apoyado mucho, me van a ayudar con un trabajo en el que pueda acomodar el horario para ir a estudiar y además tengo una hija de diez años, ella es mi todo, es mi principal motivación y por ella me gustaría ser un ejemplo”, comentó el hombre que terminará de cumplir su condena el próximo 24 de febrero, poco más de una semana antes de comenzar con su nueva vida, esta vez como estudiante universitario.
Cabe destacar que el jueves 24 de enero, el personal de Gendarmería consiguió que
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