Por: Blanca Palma Toloza
Jefa de carrera de Pedagogía en Educación Parvularia
Escuela de Educación
Universidad Viña del Mar
OPINIÓN.- El 23 de diciembre del 2023 el presidente Gabriel Boric promulga como ley de la República, la conciliación familiar y laboral, sin duda es un respiro para muchas familias cuyo tejido social esta reducido a su grupo familiar primario.
Sobre todo, cuando tenemos hijos/as o tenemos el cuidado personal de NNA menores de 18 años con alguna discapacidad transitoria o permanente que hace necesario el cuidado y supervisión. Esta conciliación abre las puertas a una cruda verdad que durante años ha permitido la aparición de nudos críticos en función del cuidado y bienestar superior de NNA, en fechas tan emblemáticas como las vacaciones escolares, que muchas veces o siempre no concilian con las condiciones laborales de uno o ambos padres.
Si bien es cierto, la oferta programática para ese tipo de fechas se ha ampliado y la variedad permite por tiempos, costos y tipos de actividades, encontrar tiempos de esparcimiento y resguardo para nuestros hijos e hijas. La pregunta surge cuando incluso esta oferta no se ajusta a la realidad de la familia y particularmente al cuidado integral de nuestros hijos e hijas, en palabras simples, cuando el nivel de acompañamiento requiere de especialistas o de un padre, madre o tutor legal abnegado y disponible a ello. ¿Con quién los dejamos?, ¿será la persona, lugar, espacio, adecuados para el/ella? Lo más probable que incluso hoy no tengamos una respuesta cierta y justa para ello, pero al menos estamos en vías de escribirla.
El tejido social se ha ampliado, es más transigente y disponible a los cambios, pero también más exigente con aquellos que requieren de esa disponibilidad…. ¿Este tejido social renovado está preparado para conciliar los espacios de trabajo, familia y cuidado de niños y niñas menores de 14 años que están bajo el cuidado personal de nuestros trabajadores?, ¿está preparado este tejido social para salir del discurso de inclusión y facilitar las funciones de teletrabajar de esta madre-padre para cumplir con su rol base con hijos menores de 18 años con alguna discapacidad transitoria o permanente?
Siento que esta última interrogante es más compleja de responder para las empresas o entidades en donde el concepto de corresponsabilidad se hará tácito, al momento de congeniar tiempos, turnos, espacios y habilitación de la cultura de que algunos estarán trabajando desde la casa y otros presencialmente sin que las condiciones de ambos difieran de lo habitual… debemos aprender que lo JUSTO no es igual para todos, por el contrario, entender que las políticas internas, prácticas y normas deben ajustarse en pro no solo de la eficiencia sino que también de crear identidad como entidad no solo por lo que produce, vende o concesiona, sino por la calidad del capital humano que lo integra y lo dirige.
No esperemos a que esta Ley de Conciliación cambie nuestra capacidad de ser más humanos, solidarios, consientes y tolerantes con lo JUSTO, seamos parte de una conciliación que nos permita a todos desarrollarnos profesionalmente, pero con la tranquilidad de poder armonizar esta labor social y familiar vital para sostener nuestro pequeño pero valioso tejido social, cuidar, proteger y ser parte de él… teniendo la tranquilidad y confianza plena en nuestros empleadores y por sobre todo de nuestros compañeros de labor, que al igual que uno son padres, madres, tutores legales, con hijos, sin ellos con padres o madres, haciendo lo indescriptible para coordinar su cuidado y atención a diario…
La pandemia demostró de manera independiente a las características de cultura laboral que se puede conciliar y tener en un mismo espacio para ambos mundos, no es fácil, eso también quedó de manifiesto, pero lograr compatibilizar ambos mundos en uno, sabiendo que ahí esta lo más preciado, el tiempo… el tiempo con los nuestros mientras abrimos tiempo a otros no tiene precio. Esperemos que estas vacaciones de invierno 2024, y la Ley de Conciliación permitan a muchas familias, comenzar a ser familias de verdad.