Venta de armas de fuego tuvo su punto más alto luego del primer mes del “estallido social” pero ahora disminuyeron
LA CALERA.- Hay solo cuatro armerías en el centro de La Calera. Confunden. Cada una de ellas vende otros artículos que hacen creer que el negocio de las armas no es bueno. Sin embargo, una de éstas ya tiene más de 50 años de atención al público, por lo que al parecer es una actividad comercial fructífera. De todas maneras, las cuatro tienen a la vista implementos de pesca y caza, ropa de camuflaje y elementos de campamento en vez de armas.
Solo una de ellas tiene en su rótulo de entrada el nombre de “Armería”, un escudo verde oliva al respecto y el anuncio de venta de implementos militares. La propietaria no habla mucho. Se le pregunta si el estallido social ha hecho aumentar el número de compradores de armas. Dice que no. Que han mantenido un ritmo sostenido en las ventas, pero que éstas no se han disparado.
Agrega que la gente consulta más por armas de defensa personal, pero ella no necesariamente lo asocia con la crisis social que vive el país. Eso sí, reconoce que ha crecido el interés por el gas pimienta, las armas de fantasía (fogueo) y las que disparan balines de acero. Sostiene que llegar a poseer un arma de fuego es complejo, que hay que cumplir con una serie de normas que dispone la Dirección General de Movilización Nacional.
LOS TRÁMITES
No en vano, el patrimonio del uso de armas de fuego está a cargo de las Fuerzas Armadas. Para obtener el permiso se debe mandar una carta a la autoridad fiscalizadora incluyendo nombre completo, dirección, correo electrónico y firma, además de varios antecedentes que comprueben la solicitud como una fotocopia (por ambos lados) de la Cédula de Identidad vigente y un certificado de antecedentes para fines especiales.
Y un requisito indispensable es aportar un certificado médico, emitido por un psiquiatra, para acreditar que el solicitante se encuentra apto para el uso de armas. Incluso, su porte ilegal está castigado con tres años y un día de cárcel efectiva. “Los chilenos -dice el dueño de local de calle Prat- no son buenos para muchos trámites. Lo que se vende más son armas para caza deportiva y armas de fogueo. Cuando se solicita una arma de fuego real se pide por encargo”.
Eso mismo se repite en tres de las armerías del centro de la ciudad. No se tiene nada en los locales, pues obviamente sería un buen blanco para los ladrones. En la otra armería, de calle Caupolicán, optaron por lo sano. “No vendemos -dice su propietario- armas que puedan dañar a otras personas, pese a que tenemos la condición de armería. Lo decidimos en familia. Lo nuestro es la venta de objetos para la práctica de deportes. Es un tema personal, más que comercial. No creemos que el uso de armas de fuego de más seguridad a las personas”.
EL GAS PIMIENTA
En otro local, de calle Carrera, reconocen que “hubo un aumento de ventas de armas en el primer mes del “estallido social”. Como un treinta por ciento. Luego, la situación cambió y ahora estamos con ventas normales. Se trata de gente que quiere cuidar su casa, su parcela, su cosecha”. En lo que hay coincidencia es que ha subido bastante la venta de gas pimienta y algunos comerciantes lo usan para tratar de evitar los robos hormigas.
Su uso es legal solo cuando está fabricado con pimienta y ají -en cantidades especificadas- aunque hasta los organismos policiales desaconsejan su uso. “Es legal, pero controlado -dice uno de los propietarios de armerías-, cada persona que lo adquiera debe dejar su identificación. El control de Carabineros sobre la venta de armas y otros elementos es muy constante y efectivo”.
Un hecho singular es que el incremento de la venta de gas pimienta se produce, en mayor medida, entre las jóvenes universitarias, por lo que estaría más ligado a un compromiso de seguridad personal -distinto al “estallido social”- y más cercano a los riesgos de eventuales agresiones o delitos como abusos sexuales.
De todos modos -de acuerdo a varios clientes que entraron a los locales y participaron de esta discusión- es casi total el convencimiento de que el llamado “estallido social” es algo que debe resolverse de un modo civilizado. Y según la mayoría de los panelistas -pues el tema atrajo a varios más-, los políticos deben “hacer su pega” y buscar los acuerdos necesarios para poder vivir en un país en paz.
¿QUÉ ES EL GAS PMIENTA?
Se trata de un compuesto químico que irrita los ojos hasta el punto de causar lágrimas, dolor e incluso ceguera pero de manera temporal. Se usa para dispersar disturbios o como método de defensa personal. Si bien no es letal, en casos excepcionales puede provocar la muerte del afectado.