A través del desarrollo de manualidades, esta terapia puede tratar también artritis, depresiones y secuelas de accidentes cerebro vascular
SAN FELIPE.- Terapia con las manos. Así define la ergoterapia Natalia Gajardo Reyes, quien es terapeuta ocupacional y encargada del Taller de Ergoterapia que se realiza en el Centro Comunitario de Rehabilitación (CCR) San Felipe El Real, donde trabaja con doce mujeres que padecen enfermedades que han afectado su motricidad fina como es el parkinson, artrosis y artritis.
Como señala esta profesional, la terapia ocupacional utiliza generalmente la ergoterapia para rehabilitar a las personas mediante actividades de su propio interés, “en este caso algún tipo de manualidad. De eso se trata esta terapia”, explica Natalia, quien el pasado viernes mostró junto a las participantes del taller de ergoterapia algunas de las artesanías que han creado hasta ahora en la “Feria Expo Inclusión” realizada en las dependencias del Cesfam San Felipe El Real, ubicado en calle Cajales en San Felipe.
En esta oportunidad, las creaciones de estas talleristas -casi todas adultas mayores- consistieron en coloridos telares decorativos con diseños exclusivos de árboles y también colgantes atrapa-sueños, trabajos realizados en lana natural, hilo y estructuras de madera.
“El año pasado hicimos un telar más básico decorativo y este año quisieron retomar estos trabajos, pero aprender una técnica diferente que es trabajar con árboles, que modifica la técnica y ahora los hicimos en bastidores. La idea es que cada una trabaje en su propio telar, en los tonos y formas que ellas quieran utilizar”, recalca esta terapeuta ocupacional.
NOTABLES MEJORÍAS
Pero sin duda lo que más llena de alegría a estas mujeres que participan del taller de ergoterapia es ver los avances que tienen con esta terapia, los que se ven reflejados según explica Natalia Gajardo, en el desarrollo de una mayor destreza en lo que es la motricidad fina, habilidades sociales y en la estimulación de funciones cognitivas, como es memorizar.
Asegura esta funcionaria del CCR San Felipe El Real que participar en el taller “reafirma su confianza al aprender nuevas técnicas manuales y reforzar lo que es la memoria al tener que aprender cada paso para crear en telar. Principalmente, yo me enfoco en que ellas aprendan mayores destrezas manipulativas”, comenta.
Y entre otros avances que se puede ver en las “chiquillas”, como llama Natalia a sus talleristas, es que reafirman la confianza en ellas: “hay muchas de ellas que me dicen que nunca han podido hacer nada y que les encantaría, me dicen que son torpes. Con la enfermedad del parkinson se sienten que están limitadas y que nunca van a poder hacer manualidades, pero con el tiempo se dan cuenta que esto no es así”, comenta la encargada del taller.
RED DE APOYO
Finalmente, uno de los aspectos que más destaca esta terapeuta ocupacional del taller de ergoterapia que lidera, es que en él se construye una red de apoyo para las mujeres que muchas veces llegan con timidez a participar y sin confianza en sus habilidades.
“Yo creo que se construye una red de apoyo y creo que ese también es el valor del taller, además que muchas de ellas ven también su autosuperación”, señala.
Además, Gajardo cuenta que en el taller hay muchas mujeres que están viviendo las secuelas de un Accidente Cerebro Vascular (ACV), que perdieron algunas habilidades en sus extremidades. “Ellas se reflejan en otras compañeras que les pasó lo mismo y que ahora maneja bien la técnica del telar, les da esperanza para seguir intentado”, asegura la joven profesional.
“Tengo usuarias con Parkinson que han avanzado un montón y usuarias con ACV que muchas veces piensan que hay una mano con la que nunca van a poder hacer nada y se dan cuenta a través del tiempo que sí van logrando avances de a poco”, concluye.