Decenas de curvas, hoyos y una serie de peligros en la ruta deben sortear a diario quienes transitan entre Hijuelas y Catemu por Romeral
HIJUELAS.- Desde el 1 de agosto el peaje Las Vegas, que subió desde los 2.100 hasta los 2.800 pesos, medida que generó gran molestia en la comunidad y autoridades, especialmente de Hijuelas y de la provincia de Quillota en general.
La medida es considerada como un acto de usura por parte de la concesionaria, pues está alza es claramente un traspaso de la rebaja del valor del peaje de Lampa, en la Región Metropolitana, a quienes viven en el Valle de Aconcagua.
Es por eso que algunos conductores han decidido tomar la vía alternativa entre Hijuelas y Catemu a través de Romeral, ruta que no es muy recomendable debido al más estado que verificó en terreno un equipo de “El Observador”.
El recorrido comenzó en plena Ruta 5, en el desvío hacia el sector de Romeral, comuna de Hijuelas. A metros de tomar el camino, que en este tramo está en muy buenas condiciones, una señalización indica que la localidad de Romeral queda a 10 kilómetros y Catemu, a 18 kilómetros.
Al avanzar es posible ver cómo los camiones van y vienen, algunos de ellos incluso trasladando materiales peligrosos, como anhídrido sulfúrico, y otros tirando largas rampas de hasta 12 metros. Pese a eso, en 10 minutos, a un promedio de 30 kilómetros por hora se logra llegar al sector de El Retiro por un camino con pavimento parejo.
Sin embargo, a los 15 minutos de viaje todo cambia pues el camino comienza a bordear el río Aconcagua, en un camino muy precario. La franja de pavimento, que se extiende por sinuosas y cortas curvas, está carcomida en los costados y genera que en algunos puntos no puedan circular dos vehículos al mismo tiempo, cosa que se dificulta más por los camiones que circular como si fueran por la carretera.
Durante media hora continua este camino que además tiene grandes hoyos y deslizamiento de terreno, hasta llegar al Puente Santa Rosa, ya en la comuna de Catemu, en el sector de Carmelo, donde Ricardo Quezada, pala y balde en mano, tapa los baches a cambio de unas monedas. “Los camiones siempre han pasado por aquí y en horario punta son muchos los autos chicos que vienen a Catemu desde Hijuelas. Esto se colapsa. Sin duda, le hacen el quite al peaje”, asegura, confirmando lo que ocurre todos los días después de las seis y media de la tarde.
Ya en el centro de Catemu, el tránsito es más expedito y en pocos minutos se logra enfilar hacia el punto de destino: el enlace con la ruta 60, frente a la Fundición Chagres. En total fueron 38 minutos los que tomaron para llegar a destino.
