Los tres jóvenes fueron doble puntaje nacional en matemáticas e historia
Una jornada llena de alegría es la que vivieron las familias de Martín Vidal Kubitrschky, Daniel Cubillos Tapia y Francisco Iglesias Bugueño, quienes obtuvieron doble puntaje nacional en la PSU 2020. “El Observador” conversó con cada uno de ellos y conoció sus historias y expectativas a futuro.
MARTÍN VIDAL
Martín Vidal hizo toda su vida escolar en el Colegio Valle del Aconcagua aunque es oriundo de Olmué, donde vive con su familia. Desde muy joven destacó en el deporte y las matemáticas, aunque señala que en el colegio nunca le fue tan bien porque era muy desordenado. “En matemáticas me iba bien, porque era lo que me gustaba”, dice el joven entre risas, además de agregar que solía practicar natación de alto rendimiento, incluso llegando a ser campeón nacional en su categoría en cuatro oportunidades, siendo las últimas los años 2016 y 2017, antes de alejarse del deporte.
Pese a haber dejado la natación hace casi tres años, el joven dice que le gustaría retomar la actividad deportiva cuando ingrese a la Universidad. “Voy a estudiar Ingeniería Comercial en la Universidad Adolfo Ibáñez y cómo voy a estar en Viña del Mar, voy a tener todo más cerca. Me gustaría volver al deporte, aunque no al mismo ritmo, antes viajaba todos los días a Viña o Valparaíso para entrenar”, señaló Martín.
El joven agregó que todavía está recibiendo felicitaciones de sus seres queridos. “Vi los resultados junto a mi familia y obviamente me llamaron mis amigos para felicitarme, pero también me ha llamado mucha gente de la que no sabía hace mucho tiempo”, agregó el estudiante, quien ya tiene preparada una celebración junto a sus amigos para festejar su gran logro académico.
Por último, Martín señaló que le gustaría vivir la experiencia de desayunar con el presidente. “Me da lo mismo el gobierno que esté, si lo hace bien o mal, de izquierda o derecha, pero me gustaría desayunar en La Moneda, es un derecho que me gané por ser puntaje nacional”, afirmó.
DANIEL CUBILLOS
Quienes también estaban felices eran los familiares de Daniel Cubillos, quien en compañía de su familia descubrió que obtuvo el puntaje perfecto de 850 en la prueba de Matemáticas. “Estaban felices, me abrazaron y felicitaron”, comentó a “El Observador” el hasta hace pocos meses alumno del Colegio Francisco de Miranda.
Pese a que no tenía muy claro qué carrera estudiar, hace poco se decidió por Ingeniería Civil Electrónica y hasta eligió la casa de estudios a la que le gustaría pertenecer. “Me gustaría estudiar en la Universidad Santa María porque mucha gente me ha hablado bien de esa institución en carreras de ingeniería”, relató Daniel.
El quillotano señaló que desde muy niño le fue bien en la mayoría de las asignaturas. “Siempre he sacado promedio 7 en matemáticas y en las otras materia también me iba muy bien, en química, en física”, añadió, agregando que el ramo en el que menos destacaba era en lenguaje, sin embargo también tenía promedios destacados como 6.5.
Finalmente, Daniel señaló que está agradecido de Dios, de sus padres y de los profesores e instituciones que confiaron en sus capacidades, tal como el preuniversitario Pedro de Valdivia que lo becó.
FRANCISCO IGLESIAS
Lejos de los colegios “emblemáticos” de la provincia, el joven Francisco Iglesias Bugueño estudió durante once años en el Colegio Apumanque de La Calera, hasta donde viajaba desde su casa ubicada a la altura del paradero 22 ½ de La Cruz, donde desde ayer no ha hecho más que recibir el cariño de su familia y amigos luego de haber recibido la noticia de ser doble puntaje nacional en Matemáticas e Historia en la Prueba de Selección Universitaria.
Sin duda, la mañana del lunes fue una inolvidable para el joven, ya que mientras dormía apaciblemente, aprovechando sus días de vacaciones, fue despertado abruptamente por su familia. “Llegaron todos en patota, mi papá, mi mamá y mis hermanos a despertarme, porque querían que viera el puntaje de la PSU”, relató el joven entre risas, recordando el feliz momento en que vio que había alcanzado el resultado perfecto de 850 puntos en la prueba de Matemáticas, el que se repitió en la prueba de Historia.
Pese a ser siempre un gran alumno, Francisco señaló que aún tiene que pensar muy bien cuál será la carrera que elegirá. “Estoy entre algunas ingenierías y de ciencias, aunque lo más seguro es que estudie una carrera ligada a la física, puede ser astronomía o astrofísica”, dice pensativo, añadiendo que si bien no tiene algún referente en esa área ha investigado las biografías de varios científicos. “Todas sus vidas me parecen admirables”, dijo, agregando que no siempre estuvo tan convencido. “Antes quería estudiar medicina, pero en primero medio me di cuenta que aunque la biología me gusta no es para mí”, agregó.
En su humildad, el joven crucino aprovechó para agradecer a su familia y a algunos profesores que lo ayudaron a obtener su gran logro, como Miguel Espinoza, docente del colegio Apumanque y Clemente Ferrer, alumno de la Universidad Santa María, quien fue su profesor particular de matemáticas durante el último tiempo.