Su familia es oriunda del poblado minero de El Cobre y se estableció, con el paso de los años, en el distrito de Artificio
LA CALERA.- Como todos los días, abuela y nieto caminaron juntos desde el jardín infantil de regreso a casa, en la comuna de Casablanca. Ella cumplía ese rol, pues ambos padres trabajan. Al llegar, los perros que cuidaban el hogar atacaron al infante de solo tres años en un hecho inesperado, pues los dos perros, casi de la misma edad del niño, se habían criado juntos y compartían hasta los juegos en el antejardín del hogar.
Sin embargo, no eran perros de cualquier raza: se trataba de dos ejemplares Rottweiler, los que por un motivo inescrutable, y en un instante imprevisto, se lanzaron contra el menor y lo mordieron. Según la información oficial, el hecho sucedió en la tarde del viernes, donde el menor presentó lesiones en el tórax, a nivel inguinal y en sus extremidades inferiores producto de la acción de la mordedura de estos animales, según explicaron los peritos de la Brigada de Homicidios.
Pese a que la abuelita trató de arrebatarle el pequeño a los animales, estos también la atacaron a ella, provocándole serias lesiones. “Las heridas que presentó el menor eran muy profundas, por lo cual la muerte se produjo en el mismo lugar del ataque de los perros”, añadieron los detectives de la PDI, quienes aún no comprenden la reacción de los canes de propiedad de la familia. Posteriormente, la abuelita debió ser trasladada al Hospital de Casablanca para curar sus heridas.
La dramática muerte del menor, que se convirtió rápidamente en noticia nacional, también generó conmoción en La Calera. No sólo por el hecho de la trágica muerte del pequeño niño, sino porque parte de su familia es oriunda de la ciudad, especialmente del distrito de Artificio, donde los patriarcas del clan Arancibia hace muchos años formaron una familia que vive en varias partes del sector.
“Nosotros somos originarios del poblado minero de El Cobre y se puede decir que nuestra familia es sobreviviente de la tragedia de la caída del embalse, ocurrida el 28 de marzo de 1965. Esa fue la razón por la que nuestra familia se trasladó hasta acá”, dijo Nibaldo Arancibia Hidalgo, tío abuelo del niño.
DESPEDIDA EN LA CALERA
Entretanto, trata de definir claramente la relación familiar del niño muerto por sus mascotas. “El pequeño -dice- era nieto de mi primo Saturnino. Él era de aquí y trabajaba en transporte hasta que partió a Casablanca con su familia. Se radicó allá y, a veces, venía a La Cruz o a Artificio. Allá se casó su hija, madre del niñito”, cuenta con pena mientras busca en su teléfono unas fotografías.
Agregó el tío abuelo que se enteró de la dramática muerte de su sobrino nieto en la misma tarde del viernes. “Después -agrega- me fui a acompañarlos. La historia es la misma que contaron los medios de comunicación. No creo que se pueda llegar más allá. Es un accidente doloroso para todos. Quién se podría imaginar que las mascotas del niño lo iban a atacar hasta provocarle la muerte. Ha sido difícil todo esto, no sólo para sus familiares de Casablanca, sino los muchos familiares que hay acá y en la Población Arboleda”.
Nibaldo Arancibia dice que “había mucha consternación por la muerte del niño y, también, mucha gente lo acompañó en el velatorio y en la misa en Casablanca. Nosotros, sus familiares y amigos de La Calera y de otras comunas de la zona, queremos hacerle también una misa para despedirlo. Aunque sabemos que el pequeñito se fue al lugar que le corresponde, queremos ver la posibilidad de tenerlo en nuestras oraciones este domingo en la Capilla de Artificio”.