En Chile, la muerte debido a la asfixia por inmersión –o ahogamiento- es la principal causa de muerte de niños y niñas entre 1 a 4 años de edad, por lo que resulta clave conocer los protocolos frente a un accidente de estas características
TENDENCIAS.- Los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) muestran que la asfixia por inmersión o ahogamiento es la cuarta causa de muerte en el mundo, siendo el período estival donde aumentan considerablemente las oportunidades de ser testigos de algún accidente de estas características, donde las víctimas pueden ser los más pequeños.
Tanto así, que en nuestro país es la primera causa de muerte entre la infancia de 1 a 4 años, siendo el 70% de estos niños y niñas vigilados por algún adulto al momento del ahogamiento, por lo que resulta relevante conocer qué acciones llevar a cabo para prevenir estos accidentes y, en caso de ocurrir, saber qué hacer para evitar un desenlace fatal.
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Al respecto, la pediatra de la Unidad de Pacientes Críticos Pediátricos de Clínica Bupa Santiago, Ximena Verdugo, explica que “la cantidad de agua requerida para ahogarse son cinco centímetros de altura. Asimismo, bastan 30 segundos bajo el agua y tres minutos sin recibir maniobras para provocar graves secuelas neurológicas y, en los casos más graves, la muerte”.
¿CÓMO PREVENIR AHOGAMIENTOS DURANTE LAS VACACIONES?
Dentro de los consejos que entrega la especialista, el más básico, pero no me importante es no perder de vista a la infancia en lugares donde haya agua acumulada, aunque sea en un recipiente pequeño. Lo ideal es desocupar y desinflar las piscinas o poner rejas de –al menos- 1,2 metros- a las que están fijas, asegurándose que dicha estructura tenga cerradura a prueba de niños. Además, el uso de chaleco salvavidas acorde al peso y edad del niño o niña.
“También son recomendables las clases de natación. Según la Asociación Americana de Pediatría, recién a los 4 años los niños tienen las habilidades neuromusculares adecuadas, para flotar. En este sentido, asistir a clases antes de esta edad no acelera la capacidad de supervivencia en esta emergencia, ya que incluso puede dar sensación de falsa seguridad”, indica la doctora Verdugo.
EN CASO DE AHOGAMIENTO POR INMERSIÓN, ¿QUÉ HACER?
-Lo primero es mantener la calma y pedir ayuda.
-Sacar al niño o niña del agua.
-Ponerle en una superficie plana y dura, pero sin quitarle la ropa, ya que el frío ayuda en estas situaciones.
-No intente extraer el agua de los pulmones o estómago, eso puede hacerle perder valioso tiempo.
-Observe el estado de consciencia y si es que puede respirar por sus propios medios, si lo logra, póngale de costado y espere la ayuda.
-En caso de no respirar, es imperativo iniciar la reanimación básica (RCP) hasta que lleguen los equipos de emergencia. Para una reanimación cardiopulmonar efectiva, lo primero es verificar si la persona respira o no. En caso de no hacerlo, se debe comenzar con la maniobra, con la víctima boca arriba en una superficie dura y plana, sin hiperextender el cuello.
Seguidamente, revisar la boca, para cerciorarse que no existan elementos intrusos que puedan estar ahogando aún más al niño o niña. Se deben realizar cinco respiraciones profundas de rescate boca a boca, evaluando si en menos de 10 segundos empieza a respirar. Si no es así, se debe iniciar la RCP.
Éstas deben ser 30 compresiones cardiacas por una ventilación y seguir hasta conseguir respuesta o llegue ayuda. Las compresiones deben ser en el centro del pecho, sin doblar los codos unas 100 a 120 veces por minuto. Si la persona que reanima no sabe dar ventilación boca a boca, hacer solo masaje cardiaco, que será mejor que hacer nada.
Todos estos pasos deben realizarse lo antes posible, ya que –como se dijo- los tres primeros minutos son claves para prevenir daños neurológicos e incluso, un posible fallecimiento.