Cómo se vivió la primera Teletón en La Calera hace ya 44 años

Publicado el at 16/05/2024
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Las “bulliciosas” alcancías con monedas de los niños fueron protagonistas. Entre las donaciones hubo varios zapallos y hasta un burro

Cuando el 8 y 9 de diciembre de 1978 se realizó la primera Teletón, había entre los caleranos confusión con el nombre. Algunos le decían “Telemaratón”, como efectivamente se le llamó en su momento. Entonces, en la zona se podían ver solo un par de canales de televisión y recién se había inaugurado la trasmisión en colores.

Era un año difícil, marcado por un plebiscito irregular que montó la dictadura. También, a fines de 1978, Chile estuvo a punto de ir a la guerra con los argentinos, por el Beagle.

Sin embargo, el entusiasmo entre los caleranos, en aquella primera versión de la Teletón, fue enorme. Con semanas de anticipación, los niños –especialmente- comenzaron a contar sus ahorros para llevarlos al banco.

Era el inicio de una jornada solidaria que terminó convirtiéndose en “institución” nacional, y que –hasta hoy- une de verdad a la inmensa mayoría de los chilenos.

EL COLEGIO ESPECIAL

La Calera ya había asumido en ese tiempo su compromiso con la discapacidad. En 1974 había nacido el Colegio Especial “Jesús de Nazareth”. Así, el tema que la “Teletón” había puesto sobre la mesa –de la mano del inigualable carisma de Don Francisco- era una realidad que se vivía cotidianamente con algunos niños de La Calera y de la zona.

Estuvo en la ciudad Don Francisco, junto a una delegación de artistas que vinieron a aportar más entusiasmo a la Teletón. El conductor de TV ya era conocido en la ciudad, pues aparte de su rol público, tenía negocios en el ramo de la moda con tiendas caleranas.

La actitud de los funcionarios del Banco de Chile, que trabajaron gratis durante las “27 horas horas de amor”, se “contagió” a los municipales. De ese modo, estos también decidieron poner sus esfuerzos al servicio de los chicos discapacitados.

AUTOS PINTADOS

Ya en ese año se pintaron los vidrios traseros de los autos con un corazón y la fecha de la primera campaña, usando tiza y agua. Hubo colectas al paso y se armó un escenario frente al banco.

La idea era que si la gente salía a colaborar, pudiera ver un espectáculo parecido al de la televisión, pero con artistas locales e historias semejantes.

Algunos cantaron por primera vez sobre un escenario ante el público que iba o venía del banco, y no abandonaron nunca más las tablas. Un par de radios daba cuenta de los avances en la recaudación y del espectáculo en marcha, por lo que los caleranos siguieron esa jornada de solidaridad a dos bandas: pegados a “la transistor” y a la “tele”.

PESO A PESO

Las primeras donaciones las hicieron los niños. Llegaron con sus alcancías llenas de monedas banco, la tarde del viernes 8. Emocionados, las derramaron ante las cajeras. Felices, contaron peso a peso sus modestas contribuciones, y no les dolió romper, incluso, sus chanchitos de greda para apoyar a otros niños.

La primera jornada de la Teletón en La Calera se desarrolló, como se indicó, en un clima de alegría y emoción. Y la meta asignada a los caleranos se logró con creces.

En la ciudad había muchas personas que sufrían estos rigores, no solamente niños. Entre los discapacitados se contaban adultos que habían sufrido accidentes de trabajo: mineros, obreros industriales y campesinos, entre ellos.

Ellos, sus familias y los vecinos, entonces, se identificaban plenamente con la naciente cruzada impulsada por Mario Kreutzberger.

BÓVEDA REPLETA

En una entrevista, el agente del Banco de Chile calerano, luego de la primera jornada solidaria, se mostró emocionado. Antes que nada, por el aporte de los niños, que sumó casi el 80 por ciento de la recaudación. Ese aporte –esencialmente en metálico- dejó las bóvedas de la sucursal llenas de monedas (que en ese momento eran más grandes que las actuales).

También el agente recordaba donaciones muy especiales. Un pequeño agricultor, por ejemplo, llevó de regalo un burro. Y otro entregó varios zapallos. Fue un problema, pues los funcionarios no sabían qué hacer con el asno ni las calabazas.

Al final, los empleados del banco guardaron -donde un agricultor amigo- el burro y los zapallos para que tiempo después fueran rematados.

En las comunas cercanas, donde no había sucursal del Banco de Chile, se instalaron cajas auxiliares en las municipalidades. Aunque en la primera Teletón, las personas preferían venir a La Calera.

En esa jornada se produjo un hecho relevante en El Melón, que luego se hizo recurrente: el aporte de los sindicatos de la mina El Soldado, que ese año había sido comprada por ExxonMinerals. Fue una de las mayores cantidades en esa jornada, a nivel nacional. Los trabajadores de la zona persistirían con sus grandes aportes en los años siguientes.

Desde hace más de cuatro décadas son cientos los niños caleranos que han pasado por la fundación. Actualmente -según la organización- se presta servicios a 101 niños de la ciudad.

Cuarenta y cuatro años después de la primera Teletón, que mantuvo en vela a los caleranos, la solidaridad sigue viva en la ciudad. Con la misma fuerza que se palpa hoy, a las puertas de una nueva jornada de amor, en la senda que marcaron Don Francisco y el inolvidable jingle con el número de cuenta para los aportes : 24.500-03.

 

teletón La calera niña depositando
Los niños han sido desde la primera versión de la Teletón los protagonistas de la jornada solidaria en La Calera.

 

artistas teleton la calera
Los artistas de la ciudad siempre han hecho su aporte a la cruzada. En la gráfica, artistas haitianos y Juan Antonio Ríos, vocalista de “La Pandilla Tropical”.

 

teleton la calera Los Mosqueteros
Los motoqueros tienen a su haber una entusiasta y ruidosa trayectoria en las jornadas de la “Teletón”
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