Experta en Nutrición de UST explica cómo elaborar una rutina de alimentación saludable para niños en el hogar
Llevamos ya más de un mes en Chile afectados por el virus del Covid-19. La pandemia afecta a más de 200 naciones en el mundo, más de un millón de contagiados y miles de fallecidos.
La mayoría de la gente está tomando todas las medidas necesarias para resguardarse y evitar la propagación. Una de ella es la implementación de la cuarentena voluntaria en que la población se ha mantenido en casa saliendo sólo para lo estrictamente necesario.
En este escenario son los niños los que deben vivir este encierro de una manera más categórica. Han dejado de asistir al colegio, pasan las 24 horas dentro de su hogar y esto evidentemente produce angustia y ansiedad.
Esta ansiedad que provoca el aislamiento social se debe a la hormona del “Cortisol” que se libera como respuesta al stress y aumentan, por consiguiente, las ganas de consumir alimentos altos en azucares. También el aburrimiento en casa provoca la necesidad de comer sin necesidad y obviamente va aumentado progresivamente el sobrepeso. Es por eso que hay que poner especial atención en la alimentación que tenemos en la casa. Los niños especialmente que son los que comen lo que los adultos les dan.
“La permanencia de niños y niñas todo el día en el hogar puede provocar un desorden enorme en sus hábitos de alimentación-explica Alejandra Ulloa, directora de la carrera Nutrición y Dietética de Universidad Santo Tomás sede Viña del Mar- no existe la necesidad de responder a una rutina con horarios establecidos y los menores de edad pueden caer en la tentación de comer a deshoras o abusar de dulces y golosinas”.
¿Qué hacer frente a este escenario?
La profesional propone algunas sugerencias advirtiendo primero que todo que la alimentación de niños y niñas siempre debería ser un pilar importante dentro de la dinámica familiar.
En ese sentido señala que “este tiempo puede ser aprovechado para reforzar los hábitos saludables”
1.-En primer lugar, se sugiere realizar una planificación alimentaria para tener una alimentación equilibrada de toda la familia, programar con tiempo las compras y administrar de una forma más eficiente nuestros recursos.
2-Sugiere recuperar comidas caseras que se han ido excluyendo de las opciones cotidianas. “Se sugiere-recomienda- aumentar el consumo de guisos, budines, tortillas y sopas, dando prioridad a métodos de cocción al horno, vapor y plancha. También es positivo estimular el consumo diario de frutas y verduras; y de pescado y legumbres dos veces a la semana. Estas últimas poseen innumerables propiedades nutricionales y gran versatilidad al momento de ser cocinadas, desde guisos de antaño hasta hummus o hamburguesas”, explica.
3- Es importante destacar el rol de dos nutrientes críticos en la infancia, como son el calcio y vitamina D. El primero es esencial para la mineralización ósea y el mantenimiento de los huesos en proceso de crecimiento, por lo que se debe velar el consumo de tres porciones de lácteos al día, es decir, de leche o sus derivados. Con respecto a la vitamina D, es necesaria para la absorción y retención del calcio en los huesos, y es un nutriente que se forma principalmente en la piel mediante la exposición a la luz solar”.
4- Es importante establecer una rutina de alimentación, creando y respetando horarios, idealmente generando instancias de encuentro familiar en torno a la mesa, basadas en momentos agradables de compartir y favorecer la integración a la alimentación familiar de los niños y niñas más pequeños.
Y por supuesto regulando la cantidad de golosinas y azucares en su ingesta diaria. “En la infancia se adquieren los hábitos de alimentación, basados principalmente en la imitación, entonces el llamado es a que aprovechemos estas instancias de comer saludable en familia e incorporar a los niños en la preparación de sus alimentos”, concluye la académica.
Alejandra Ulloa, directora de la carrera Nutrición y Dietética de Universidad Santo Tomás sede Viña del Mar
