Esto, a propósito de la ordenanza municipal, la cual podría entregar nuevos permisos a los ambulantes que ofrecen esos productos
QUILLOTA.- ¿Es una ordenanza municipal la solución para poner un freno al comercio ambulante? Al menos, desde el municipio se quiere, a través de este documento, regularizar y ordenar el centro, el cual en la actualidad está atestado de comercio callejero.
De hecho, tras una rápida caminata por las principales calles alrededor de la Plaza de Armas, es posible ver más de 15 puestos ambulantes, cifra que varía a medida que avanza la jornada.
Y si bien, tal como dijo el alcalde Luis Mella a “El Observador” en ediciones pasadas, no se entregarán nuevos permisos a los ambulantes, no se descarta que aquellos que tienen carros de frutas puedan recibir, como resultado de esta ordenanza, el permiso legal para trabajar en la calle.
Cabe consignar que, en la actualidad, el centro de Quillota tiene 10 ambulantes con permiso municipal, mientras la plaza Los Ceibos alberga a otros 15. Estos permisos son de carácter mensual, tienen un valor de 20 mil pesos y son renovables siempre y cuando quien los solicite cumpla con los requisitos necesarios.
Éstos apuntan, principalmente, a que los comerciantes callejeros cumplan con el espacio delimitado que les corresponde y las normas de aseo establecida. Si un ambulante no respeta dichas reglas corre el riesgo de que ese permiso no se le renueve.
Bajo esta lógica, y como ya no se están entregando permisos, en caso que uno se revoque no se abrirá un cupo para un nuevo ambulante y, por ende, de 25 el total podría bajar a 24 o según el número correspondiente de permisos denegados.
Esta pugna ha surgido por dos situaciones puntuales: la molestia de la comunidad que transita por las calles del centro y, por sobre todo, los comerciantes establecidos, quienes acusan una competencia desleal.
Esto es llamativo si se considera cuánto debe pagar un comerciante, ya sea por concepto de capital declarado, arriendo, luz, agua y personal. Tras consultar en varios locales del centro, se puede establecer que el promedio de gasto es cercano a los tres millones y medio de pesos mensuales.
ORDENANZA MUNICIPAL
Por lo mismo, según explicó el administrador municipal Oscar Calderón, esta ordenanza busca regular el comercio ambulante, fomentando la limpieza y la responsabilidad, tanto en el centro como en otros sectores donde los ambulantes están proliferando.
“La ordenanza municipal pretende ordenar los espacios públicos del centro de la ciudad y también extrapolarlos a otros lugares de la comuna. En ella se definirá cómo se determinarán las prohibiciones para ejercer el comercio ambulante, cuáles serán los entes fiscalizadores y las atribuciones que éstos tendrán”, manifestó Oscar Calderón.
Esta ordenanza que ya está terminada y fue revisada por la Cámara de Comercio. Ahora está en manos de Carabineros, para luego determinar algunas modificaciones y finalmente exponerla ante el Concejo Municipal, para luego darle el visto bueno para su entrada en vigencia.
Es así como se espera que, a más tardar en julio de este año esté vigente la nueva ordenanza, que sancionará a los comerciantes ambulantes que no cuenten con un permiso y que determinará que, tanto carabineros como los inspectores municipales, tengan la facultad de fiscalizar su cumplimiento.
Ahora, ¿qué proponen los comerciantes? Su presidente, Ricardo Ortiz, manifestó que “si se quieren carritos de fruta en el centro, proponemos que se queden en la periferia y puedan fomentar la alimentación saludable en las poblaciones. Quienes trabajan en éstos son generalmente jóvenes y, por ende, podrían movilizarse sin problemas. Se podrían llevar incluso a la puerta de la casa, sería un gran servicio”.