Álvaro Villalón, ex delantero de San Luis y Unión La Calera, está apoyando al Club Bello Horizonte de Las Ventanas para impulsar las series menores de la institución.
DEPORTES.- El Club Bello Horizonte de Las Ventanas, comuna de Puchuncaví, se puso como gran desafío instalar el fútbol como una prioridad en la vida de niños y niñas de la institución, con el objeto de sacar adelante a futuros cracks y también como una forma de promover la vida saludable en ellos.
Junto a una serie de medidas institucionales, como adquisición de indumentarias, mejoras de equipamientos y de su cancha, además decidieron recurrir a los conocimientos y experiencia de un ex jugador profesional para que los apoye y guíe en este desafío. Álvaro Villalón, quien jugó en Everton, San Luis, Unión La Calera y Lobos Buap de México fue la persona a la que recurrieron.
Villalón es oriundo de la comuna de Puchuncaví y por ende conoce muy bien la idiosincrasia, la cultura local y la importancia que la gente de esas localidades le entregan al fútbol.
Niños, niñas y adolescentes concurren cada semana al complejo deportivo del Club, para entrenarse con el “profe” Álvaro y el resto del equipo técnico de la institución. Muchos sueñan con ser futbolistas y jugar algún día en el profesionalismo, mientras que otros se conforman con subir a las series adultas y competir al más alto nivel en el fútbol amateur con el club de sus amores.
“Venimos trabajando en un proyecto muy bonito, con una institución que quiere hacer las cosas bien y está promoviendo sus series infantiles con inteligencia, responsabilidad y sentido social. Aquí no sólo les enseñamos de fútbol, sino también les entregamos valores y los educamos sobre la importancia que tiene la prevención de alcohol y drogas para la vida de las personas. Estamos promoviendo un trabajo integral”, destacó Álvaro Villalón para El Observador.
En la institución de Bello Horizonte están muy ilusionados con el proyecto social y deportivo que están impulsando, y esperan que pronto puedan ir logrando frutos con la proyección de jóvenes figuras a sus series adultas o bien que puedan impulsar la carrera de uno de sus jóvenes al fútbol profesional, tal como le ocurrió a Álvaro Villalón, quien saltó de un club de Puchuncaví al Everton de Viña del Mar, donde finalmente se formó como futbolista.
“Impulsar el fútbol y la vida sana en niños, niñas y adolescentes, es la receta para que un club del fútbol amateur pueda crecer y triunfar institucionalmente. Promover su ramillete de jóvenes futbolistas es el sueño de Bello Horizonte que me pidieron ayudarles a cumplir. Ahora nos toca hacer realidad esos sueños”, destacó Álvaro Villalón.