Peritajes al cuerpo del profesor Nibaldo dejaron en evidencia las mentiras de Johanna Hernández y Francisco Silva. Ella dijo que el docente murió por un corte en el cuello mientras él dijo que ella planificó todo. Estrategia de abogados para que mientan y puedan rebajar las condenas
VILLA ALEMANA.– En la historia policial chilena hay pocos crímenes tan descarados y brutales como el que cometieron contra el profesor Nibaldo Villegas, quien hizo clases en Limache y Quillota y que vivía en Villa Alemana. Entre su ex mujer, Johanna, y la nueva pareja de ella, Francisco, lo adormecieron, lo mataron con un cuchillo en su propia cama y lo descuartizaron con una sierra, para después ir a botarlo desde una quebrada al mar. Hasta ahora la principal razón para actuar de ese modo fue que se querían quedar con la casa y el auto del profesor. Algo tan miserable como las almas de los dos asesinos.
Para entender la situación revisemos lo que ha pasado. El viernes 10 de agosto de 2018, mataron al profesor. Cinco días después, parte de su cuerpo (el torso y una pierna) apareció flotando en las cercanías del muelle Prat en Valparaíso. El hijo del profesor, Alejandro, se hace el ADN y comprueban que los restos eran de Nibaldo. El 23 de agosto detuvieron a Johanna y Francisco, que confesaron su crimen y quedaron formalizados y en prisión preventiva.
Cuatro meses después, el 2 de enero de este año, se cierra la investigación y el fiscal José Miguel Subiabre presentó su acusación, pidiendo presidio perpetuo calificado para Johanna (que son 40 años) y perpetuo simple para Francisco (que son 20 años). Los antecedentes entregados por el fiscal incluyen 26 testigos, 51 pruebas y 22 peritos para lograr que se cumpla su condena.
Desde enero los acusados comenzaron a tramar su defensa, conversando con sus abogados y buscando la mejor manera para rebajar sus condenas. No importando lo que realmente sucedió, ambos necesitaban culpar al otro de ser el autor material del crimen, de tal modo que uno fuera el autor y el otro fuera cómplice o encubridor. El autor tiene de 20 años de cárcel hacia arriba, en tanto que el cómplice o encubridor solo entre 5 y 8 años.
Por eso cuando este lunes comenzó el juicio, que durará hasta mediados de mayo; Johanna culpó a Francisco de clavarle un cuchillo en el pecho al profesor y matarlo, en tanto que Francisco culpó a Johanna de planificarlo todo y envenenarlo con un fármaco, cortarle los brazos y clavarle un cuchillo en el pecho.
Los dos no tienen problemas en aceptar que lo descuartizaron, porque la mal hecha ley chilena, no aplica grandes sanciones después que la persona muere, por lo tanto, todo lo horrible que hicieron con Nibaldo ya fallecido lo asumieron y contaron con descaro. Sus declaraciones fueron como recitar algo aprendido de memoria.
Se trata de dos sicópatas que indudablemente mintieron ante el tribunal y que con toda seguridad, el fiscal probará que actuaron en conjunto.
No se trata de quién manipuló a quién, porque ambos siguieron un plan que habían trazado con absoluta frialdad. Ninguno es más víctima que el otro, los dos son responsables. Los dos deben pagar con cárcel. ¿Lograrán estos descuartizadores mentirosos engañar a la justicia?
MIENTE JOHANNA
El lunes 22 la primera en declarar es Johanna. Ella contó -sin titubear ni equivocarse- que Francisco la obligó a todo lo que hizo, que le pegaba, que había firmado un “contrato de sumisa” a través del cual ella hacía todo lo que él le decía, desde con que ropa vestirse hasta hablar por teléfono. Una idea enfermiza que vio en la película “50 sombras de Grey”. Reconoció que le había dado a Nibaldo una alta dosis de clonazepam en un vaso de malta con huevo, que dijo era su trago preferido, Se durmió a los cinco minutos. Cuando el profesor quedó inconsciente, la mujer llamó y le mandó fotos a Francisco, que llegó con diversos elementos para matar al docente villalemanino.
“Tenía una mochila, un polerón, guantes y me dijo que limpiara todo lo que había tocado”, expresó Johanna, agregando que tras ello Francisco fue a la cocina y sacó unos cuchillos cocineros del lavaplatos. “Le pregunté para qué había sacado los cuchillos y qué iba a hacer, él me respondió ‘haz lo que te dije y deja de preguntar hueás’. Después de ese diálogo, Johanna comentó que escuchó gritar a Nibaldo en el segundo piso, mientras Francisco lo asesinaba, para posteriormente descuartizarlo. “Yo estaba abajo, en el primer piso y lo vi bajar ensangrentado, con tres bolsas que echó al maletero”.
MIENTE FRANCISCO
El martes 23 le tocó declarar a Francisco. Pausadamente y usando un lenguaje más bien formal, dio la impresión que estaba recitando un libreto aprendido de memoria. En ningún momento titubeó o dijo un “eeh…”, como es habitual cuando muchas personas hablan, más aún en este contexto, entregando detalles de un asesinato, siendo él uno de los acusados.
A diferencia de su pareja Johanna, no lloró ni mostró signos de quebrarse emocionalmente durante su relato, refiriéndose en todo momento a la víctima fatal de este hecho como “Don Nibaldo”. Comenzó narrando que días antes del crimen, Johanna le pidió que comprara más clonazepam, (ella lo usaba por sus crisis de pánico). “Compré una caja de clonazepam de 30 comprimidos, de dos milígramos cada uno, le saqué una foto, se la mandé y le digo ‘amor, ya me conseguí lo que me pediste’. Ella me respondió ‘ya chanchito, pero me los puedes moler, por favor’ y yo le dije que no había problema. Eso no me llamó la atención, porque yo tenía en conocimiento que ella le daba pequeñas dosis a don Nibaldo cuando se quedaban juntos y así éste no la molestara en el ámbito íntimo, porque Johanna estaba emparejada conmigo”, relató Francisco.
Luego entregó detalles del día en que ocurrió todo. “La noche del viernes 10 de agosto del 2018, salí de mi trabajo como cualquier día y fui a buscar a Johanna, a la casa de su mamá” y la llevé hasta la casa del profesor. La esperé afuera y cuando ella me dijo que entrara, me comentó que le había dado los clonazepám y que cuando estaba inconsciente le cortó los brazos”.
Agregó que “ella me contó que cómo no habíamos encontrado a nadie que lo hiciera por ellos, prefirió hacerlo personalmente. No recuerdo qué cara puse, le pregunté dónde estaba y me dijo ‘arriba, chanchito’. Subí al segundo piso, llegué al umbral de la habitación matrimonial y vi a don Nibaldo sin polera, con varios cortes en su brazo derecho y mucha sangre sobre la cama. Me acerqué para tomarle el pulso y me percato que tenía un cuchillo enterrado en el pecho. Ya había muerto, no tenía nada que hacer. Ella luego me comentó que en un arrebato de rabia le enterró el cuchillo”. Después Johanna tomó la cabeza y “me dijo corta y lo sacamos por partes. Aún bloqueado, enceguecido y enamorado, le saqué el cuchillo del pecho a Nibaldo y comencé a cortarle el cuello”.
Siguió asegurando que posteriormente solo obedeció las órdenes de su pareja y comenzó a descuartizar el cuerpo del profesor Nibaldo Villegas, con la misma arma blanca, un cuchillo metálico de unos 20 a 30 centímetros, afilado y liso. “Chanchito, corta y lo sacamos por parte”, le habría dicho. Luego se trasladaron hasta el sector de Playa Las Docas, en Laguna Verde en Valparaíso, donde arrojaron el cuerpo por una quebrada hacia el mar.
En su declaración de 30 minutos, le pidió disculpas a la familia.
El diario “La Cuarta” en su edición de ayer, confirma que Francisco tiene dos denuncias por agresión, la primera en diciembre de 2010 contra una polola y la segunda en el 2013 contra su ex esposa, a la agredió violentamente en la calle, con golpes de pies y puño. Agregó el diario que también tiene dos denuncias por haber robado en supermercados.
DECLARAN PERITOS
Ese mismo martes expuso un perito bioquímico, el doctor del Servicio Médico Legal de Valparaíso, Fernando Rodríguez. El profesional, mientras mostraba fotografías del cuerpo del profesor Nibaldo, dejó en evidencia que no murió de un corte en el cuello, como narró Johanna, sino de una puñalada en el pecho, como también demostró que el cadáver fue cortado con una sierra y no con un cuchillo cocinero de filo liso, lo que se contradice con la versión entregada por Francisco. También declaró el químico farmacéutico del Servicio Médico Legal, Günther Bürk, quien explicó que el daño que le produjo a Nibaldo la alta dosis de clonazepam, mezclada con alcohol, hacía imposible que pudiera defenderse o reaccionar frente a nadie.
HABLA EL HIJO
El miércoles declaró Alejandro Villegas, (22 años) hijo de Nibaldo, en la tercera jornada del juicio oral. Desmintió a Johanna diciendo que nunca él llegó a la casa del papá sin avisar, describió malos tratos de ella a su papá, incluyendo oportunidad incluso ella le lanzó una piedra en contra de su vehículo. Con serenidad y mucha emoción, frente a los asesinos de su papá, declaró: “Tuve que renunciar a mi trabajo y hasta hoy no he podido retomar mis estudios. No tengo cabeza para ello”, dijo con dolor y pidió la pena máxima para los dos.
PLAN SUICIDIO
En la declaración realizada ayer en el tribunal, el subinspector de la PDI, Gabriel Alarcón, precisó que a través del rescate de mensajes de texto desde su teléfono, se puede comprobar que ella le escribió al profesor: “y si quieres atentar contra ti hazlo”, como una forma de preparar el plan suicidio que ellos habían planificado, pero que no les resultó porque el fármaco no causó la muerte. Es ahí cuando para seguir con el plan, Johanna le habría cortado las muñecas, tratando de demostrar que el profesor se había quitado la vida. Como tampoco murió, le clavaron un cuchillo en el pecho, que es la causa de la muerte que determina la autopsia. Todo el plan suicidio lo hicieron en conjunto, Johanna y Francisca, pero no les resultó como lo tenían trazado.
LOS ACUSADOS MIENTEN
El abogado querellante, Patricio Olivares afirmó a “El Observador” que “hoy se logra desacreditar el relato de Johanna Silva, lo mismo en el caso de Francisco Hernández, lo que deja de manifiesto que los imputados desde el día uno han mentido. Las contradicciones pueden ocurrir cuando las defensas son incompatibles, lo positivo es que a solo dos días del juicio hemos logrado establecer que los acusados mienten y que sus relatos desde un principio han tratado distraer el actuar de la justicia”. Y aseguró: “La investigación está tan bien hecha que ellos, con sus declaraciones, quieren abrir aristas nuevas que no tienen cómo probarlas”.
HABLAN LOS HERMANOS
El hermano del profesor, Leandro Villegas puntualizó que “ellos son un par de manipuladores y mentirosos. No tienen escrúpulos en mentir. Para nosotros son los asesinos de mi hermano”. La hermana Vilma Villegas, dijo que “están mintiendo los dos, pero por lo que dijo el profesional, parece que la versión de Francisco es la más certera, yo no soy experta, es mi opinión personal, pero debemos esperar los 16 días del juicio para saber en realidad la verdad. Ha sido doloroso ver a un hermano cómo terminó, porque uno protege mucho hasta los animales, imagínense el caso de un familiar, quien además era una persona de buenos sentimientos, sano y que no merecía haber pasado por todo esto”.