Varias personas arriendan habitaciones y pernoctan en la vivienda tomada.
QUILLOTA.- En la mañana de este viernes 23 de febrero, un numeroso contingente de Carabineros se trasladó hasta la casa ubicada en el número 250 de calle San Martín, frente a la Plaza de Armas de Quillota y en pleno centro de la comuna.
Los funcionarios están realizando un operativo para desalojar a los habitantes de la casa okupa que está en ese sector y que ha sido el escenario de algunos hechos de violencia, donde el más recordado ocurrió en la tarde del pasado 17 de enero, cuando un hombre efectuó disparos hacia esa vivienda. Ante esto, salieron desde la casa dos personas premunidas con un cuchillo, para enfrentar al pistolero, que ya había huido del lugar.
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Según ha podido conocer nuestro medio, la Seremi de Salud de Valparaíso inspeccionó la vivienda y determinó que la propiedad no reunía las condiciones básicas de salubridad como para que la habitaran.
A las personas que residían de forma ilegal en el domicilio se les otorgó un plazo de siete días para abandonar la edificación. Una vez que se cumplió ese período, la fuerza pública llegó para efectuar el desalojo forzoso de la casa y también retirar los objetos que se encuentran dentro.
Hace un mes, el mayor Emilio Hermosilla de la Cuarta Comisaría de Carabineros de Quillota, informó a “El Observador” que funcionarios municipales y de la Delegación Presidencial Provincial estaban buscando al dueño de la casa, con el fin de obtener las herramientas legales necesarias para intervenir el domicilio y erradir el foco de delincuencia e incivilidades.
¿Qué ocurre al interior de la casa ocupada?
A pesar de que la vivienda está tomada, le arriendan habitaciones a personas en situación de calle. Aparentemente son frecuentes las peleas entre quienes residen ilegalmente ahí.
Las indagaciones policiales que se realizaron cuando el hombre disparó hacia la casa en enero, permitieron establecer que ese hecho estaba vinculado a una riña con armas blancas que se produjo los días previos, en las afueras de la casa ocupada.
Desde ahí, dos hombres y una mujer corretearon a un tercer hombre a punta de fierrazos, cadenazos y cuchilladas, hasta llegar a la calle O’Higgins. Ahí pelearon en el exterior del edificio caracol hasta terminar dentro de un local dedicado a la venta de artículos deportivos, donde el sujeto que era perseguido terminó con heridas sangrantes.
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El incidente cesó cuando los atemorizados transeúntes gritaron que se acercaban los Carabineros, aunque eso no ocurrió hasta varios minutos después, con lo que ese día lograron escapar todos los involucrados en el enfrentamiento. Algunos fueron detenidos por Carabineros posteriormente, en la tarde del 17 de enero, luego de que salieran dos personas con un arma blanca para confrontar al pistolero.
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