Cada vez son más violentos los robos a la salida de los bancos

Publicado el at 28/02/2025
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Por Roberto Silva Bijit
Fundador Diario “El Observador”

         Hay un personaje increíble en el mundo del delito, al que la policía ha llamado “el marcador”. Se trata de un tipo con apariencia de vulnerable, que no llama la atención y que puede permanecer al interior de un banco, esperando un turno que nunca llegará, pero escuchando, con un oído excepcional, capaz de contar los billetes escuchando el sonido de la maquinita con el que la cajera cuenta los billetes. Es tan importante este delincuente, que se ha profesionalizado en la escucha del correr de los billetes, que en varias ocasiones se lo ha sorprendido prestando servicios a varias bandas delictuales.

            Su misión es marcar a la persona que retira una cantidad importante de dinero en efectivo. Una vez que escucha y determina la cantidad que está recibiendo, le informa a la banda para la que trabaja dónde lo lleva, cómo va vestido, su aspecto físico y si va acompañado.

            La banda recibe la información y decide si actuar en la misma salida del banco, en el estacionamiento, en la calle o siguiéndolo hasta llegar a su casa. Se han dado casos en que el viaje ha sido largo, pero los ladrones no sueltan su presa hasta no quitarle el dinero. Incluso han actuado en una parada que ha tenido en el camino a su hogar.

            El cambio más importante en el delito denominado “salida de banco”, es que los delincuentes se han puesto más violentos, usando especialmente armas de fuego y también armas blancas si la ocasión lo requiere. Las bandas que se han especializado en estos casos están compuestas de un jefe que planifica la acción, el marcador y los seguidores.

       El delito ha evolucionado con los años, desde los lanzazos a la víctima a la salida, siguiendo con lanzarle imperceptiblemente un líquido pegajoso en su ropa y ofrecerle ayuda para “limpiarlo”, hasta las actuales bandas organizadas con un nivel de especialización delictual más complejo.

         En un informe técnico elaborado por la PDI, se lee que los delincuentes tienen un “líder de la banda, quien planifica los robos y reparte las instrucciones o tareas. Los intimidadores a cargo de ejecutar el robo, actúan en grupos de no más de tres, son violentos y utilizan armas de fuego o blancas. Los marcadores o punteros, a cargo de identificar posibles víctimas y transmitir información de relevancia como el monto girado y las características físicas de quien porta el dinero. En tanto, cuando el delito no se puede ejecutar a la salida del banco, entra en escena el seguidor, quien va tras la víctima y entrega información de su ruta a quienes perpetrarán el delito. La quinta figura es la del distractor, que se utiliza para sustracción del dinero sin que la persona lo note, evitando recurrir a la violencia o intimidación”.

            La conclusión es una sola: no se puede retirar en efectivo grandes o medianas sumas de dinero desde los bancos, porque el riesgo es muy grande. Actúan al interior del banco, responden con violencia a la hora de robar y da lo mismo quién acompañe al que va a llevarse el dinero. Hay que sacar el dinero en documentos bancarios o hacer que sean depositados en cuentas personales.

            En muchas ocasiones en que se ha tratado el tema, se ha pedido una mayor participación de las entidades bancarias, ya sea revisando a los sospechosos, o bien, levantando un muro entre el público que espera y las cajas, para que los delincuentes no puedan ver a las personas ni escuchar a quién le está contando dinero la maquinita. Pero hasta aquí no ha habido una respuesta favorable a tal petición.

            La prevención, una vez más, es la única salida ante bandas organizadas que no descansarán para seguir quitándole el dinero a los audaces que se atreven a retirar (¡en estos tiempos!) dinero en efectivo desde las ventanillas de un cajero del banco.

  • Imagen de Redes Sociales.
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