En una conversación con el Aula Magna lleno de estudiantes, académicos y funcionarios de la Universidad de Valparaíso, entregó su visión sobre los nuevos liderazgos de este sector en Chile y el mundo.
VALPARAÍSO.- Las respuestas de la expresidenta Micehlle Bachelet Jeria en la conversación y su análisis sobre el fenómeno de los nuevos liderazgos mundiales de la ultra derecha despertó un alto interés y no pasó inadvertidos entre estudiantes, académicos y funcionarios de la Universidad de Valparaíso que la recibieron con cariño y hasta la ovacionaron a su llegada y salida del evento.
La exmandataria fue invitada a la casa de estudios porteña en el marco del Ciclo de Conversaciones “Riesgos y retos de la democracia”, actividad que convocada por el Centro de Estudios para la Gestión Pública de la Escuela de Administración Pública, en conjunto con la Dirección de Extensión y Comunicaciones de la Universidad de Valparaíso.
Desde el minuto uno, la exmandataria tocó los problemas de enfoque de género que tienen gobiernos como el de Javier Milei en Argentina, en donde incluso se prohíbe hablar de estos temas en la administración pública. También tuvo palabras críticas por soluciones que consideró “fáciles” como en el caso del presidente Nayib Bukele en El Salvador, en donde hay “70 mil personas presas, sin respeto a los derechos humanos”.
Uno de los momentos clave del conversatorio fue cuando la exmandataria se manifestó muy “preocupada por los retrocesos de la democracia, que algunos son retrocesos intermedios y otros llegan a retrocesos graves, donde derechos —entre otros los de las mujeres— han sido conculcados. Y sobre todo con esta irrupción de la extrema derecha. Hay distintos tipos de extrema derecha, pero al final tienen una agenda en común, que es en particular en contra de la agenda de género”.
Ante este contexto agregó que ella siente “que la democracia no es perfecta, pero es el mejor sistema que tenemos. Porque además tiene en sí misma mecanismos para resolver aquellas imperfecciones, para mejorar. Por lo tanto, es mucho mejor que un sistema autocrático, donde solo deciden algunos y las personas no tienen niveles de participación en la sociedad. Creo yo que las democracias debieran ser no solo representativas, sino que mucho más participativas. Porque creo que la gente quiere, aspira a ser parte de las soluciones, no solo presentar los problemas”.
“Pero habiendo dicho eso —prosiguió la ex Presidenta—, me preocupa esta falta de afecto por la democracia que se ha visto en muchas encuestas, donde ha ido creciendo el número de personas que dicen que les da lo mismo un régimen autoritario y autocrático que uno democrático. Tal vez eso se da mucho en jóvenes que no vivieron la dictadura que nosotros tuvimos que vivir, y por lo tanto no imaginan lo que puede llegar a ser aquello, (…) no saben lo que es la pérdida de libertades importantes, y las consecuencias de aquello. Pero también veo que es obligatorio que la democracia mejore en su funcionamiento, que genere los resultados que las personas esperan: que quieren que un régimen democrático les mejore la vida, les mejore sus condiciones de salud, de educación”.
Por lo anterior, apuntó, que “creo que las democracias tienen que no solo ser vistas desde el punto de vista del régimen político, sino también de cómo las propuestas que los líderes democráticos llevan adelante efectivamente se hacen cargo de las necesidades de las personas. Y creo que esa es una de las falencias que mucha gente percibe, que está desilusionada de los partidos políticos tradicionales, porque sienten que no han logrado mejorarles la vida. Y claro, si a ti no te mejora la vida votando, por qué podrías tener que votar. Yo quiero decir que ¡hay que votar!, no estoy llamando a no votar. Pero que uno diga ‘tiene sentido que yo vote, esto va a tener impacto, va a tener una influencia y me va a mejorar la vida’. Yo puedo entender —la gente es razonable— que hay cosas que son graduales, que no se pueden resolver de un día para otro, pero sí mostrar que vamos en la dirección de que esto va a mejorar. Creo que eso es clave”.
Respecto a las tareas que se viene para el progresismo y el país, Bachelet reconoció que “siento que además, obviamente lo que se necesita es más diálogo, menos polarización, más respeto por el uno y por el otro, y asegurar el buen trato y la dignidad para todos, en la política, pero sobre todo en lo ciudadano. Creo que eso es clave, porque entonces los ciudadanos van a sentir ‘importamos, somos personas que importamos, y por lo tanto yo puedo creer en este sistema y defenderlo’”.
El registro completo del conversatorio realizado en el Aula Magna de la Facultad de Derecho de la Universidad de Valparaíso en https://www.youtube.com/watch?v=mpinTItEeFc.
Revisa otra nota de la Provincia de Valparaíso en Observador.cl:
https://www.observador.cl/100-portenos-al-mar-invita-a-buceo-gratis-en-valparaiso/
