LA CALERA.- En la tarde de ayer lunes se realizó en el Cementerio Municipal de La Calera, ubicado en Nogales, la sepultación del conocido y multifacético artista Maino Ortiz Giordano, quien vivió durante más de dos décadas en la ciudad, generando un gran movimiento cultural y artístico entre los caleranos.
Maino Antonio Ortiz Giordano, de 79 años, fue un hombre de arte, de ciencias, de filosofía y de docencia, disciplinas que desarrolló también en la ciudad durante su larga permanencia, en la que tuvo una importante relevancia y liderazgo para varias generaciones.
Aparte de su talento pictórico, que lo llevó a exponer en importantes galerías mundiales, también participó en proyecto multidisciplinarios, como una expedición científica que estudió las etnias australes de los kawéskar y onas, un material valioso que se perdió con el Golpe Militar de 1973.
El mismo acontecimiento político le causó estragos en su vida, pues fue exonerado de sus labores académicas, aunque con su llegada a nuestra zona estuvo ligado a una serie de iniciativas culturales y artísticas en La Calera, La Ligua y Quillota, entre otras comunas.
Algunas de sus obras pictóricas, de expresionismo abstracto, se pueden encontrar en museos de varios lugares del mundo, entre ellos el de Arte Moderno de Nueva York y en el de Historia de Salt Lake City, en Estados Unidos, además de cuadros repartido por Venezuela, Japón, Italia y Alemania.
En 1997 volvió a residir en Santiago, donde siguió desarrollando su amplia labor artística. Falleció el 24 de septiembre, luego de un accidente doméstico, en su hogar de la capital, que lo dejó con un traumatismo encefálico, del que no pudo recuperarse.
En la tarde de ayer lunes, y cumpliendo con una petición que había hecho a su familia, se hicieron sus exequias, con homenajes en su casa de la capital y frente a la residencia de su hermana en la avenida Latorre de La Calera, desde donde fue llevado, luego al Cementerio Municipal calerano.