A principio de mes, el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) dio a conocer el informe “La dimensión personal del tiempo”, el cual tiene como base la Encuesta Nacional de Uso de Tiempo (ENUT) 2015.
El documento evidenció una situación que, lamentablemente, a muchas no nos sorprende; las mujeres destinamos a diario tres horas más que los hombres a actividades de trabajo no remunerado, es decir, mientras los primeros dedican en promedio 2,74 horas al día a tareas en el hogar, nosotras destinamos 5,89 horas al trabajo doméstico, cuidados de integrantes del hogar (principalmente niños y adultos mayores), trabajo no remunerado para otros hogares, actividades comunitarias y voluntariado.
Otro dato interesante que se puede rescatar del informe es que, al considerar toda la población involucrada en él, es posible determinar que se destinan más de seis horas diarias al ocio y la vida social. Sin embargo, si se hace una revisión más acabada de esta cifra, se devela que las mujeres destinamos 5,94 horas promedio en ocio y vida social, mientras que los hombres dedican 6,43 horas.
Lo anterior, se explica al volver a revisar la primera medición expuesta y relacionarla con las horas que dedicamos al mercado laboral y los estudios, las cuales son menores a las de los hombres, 3,61 horas versus 5,74 horas, respectivamente. ¿Por qué es necesario este cruce de datos? Porque la mayor cantidad de tiempo dedicado al trabajo no remunerado se traduce en menores periodos de trabajo remunerado, estudios, ocio y vida social, y eso da como resultado un círculo difícil, pero no imposible de romper.
Más de alguno probablemente pensará que la conmemoración del Día Internacional de la Mujer ya pasó y que, por tanto, ya tuvimos nuestro momento o quizás semana para manifestar y hacer descargos. A todos quienes se sientan identificados con esa afirmación les comunico que si bien, durante los días previos, posteriores y el mismo 8 de marzo, se evidenciaron este tipo de problemáticas, el cambiarlas dependen de un trabajo que va más allá de un día y también, del gobierno de turno porque implica compromiso y una respuesta colectiva en la que todas estamos llamados a participar en actividades como, por ejemplo, el Encuentro Feminista Quinta Región “Resistiendo de cordillera a mar”, que se realizará los días 31 de marzo y 1 de abril, a partir de las 9 horas, en el Liceo Corina Urbina Villanueva de San Felipe y al cual están invitadas todas las personas de las provincias de Quillota, Petorca y Marga Marga.
