Por Roberto Silva Bijit
Fundador Diario “El Observador”
Los datos que entrega el Instituto de Salud Pública demuestran que el fantasma del llamado SIDA sigue presente en nuestra sociedad.
Lo que reconocemos como VIH, es el Virus de Inmunodeficiencia Humana, que causa el SIDA, el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida. Según las cifras de la Onusida, en Chile tenemos cerca de 90.000 personas infectadas, que viven con el virus.
En la medición correspondiente solo al año 2022, se detectaron 5.031 nuevos casos de VIH en el país. La cantidad de hombres (4.263) es seis veces mayor que la de mujeres (768).
En el marco de la campaña comunicacional de Prevención de VIH, “Grandes tiempos para cuidarse”, la ministra de Salud Ximena Aguilera, anunció el lanzamiento del auto test para detectar VIH/Sida, especialmente para “personal de la salud, que trabajan con casos directos o toma de muestras; hombres que tienen sexo con otros hombres y personas Trans, entre otros”. Agregó que la mayoría de los contagiados “son hombres y en los brotes que se han identificado destaca la concurrencia a eventos de carácter sexual como cruising, (práctica de relaciones sexuales por parte de homosexuales masculinos en lugares públicos, como parques y playas, normalmente con desconocidos), saunas gays, fiestas privadas nudistas y el uso de aplicaciones de citas para encuentros sexuales casuales”.
También la ministra Aguilera, dijo que se trataba de una “Campaña Madre”, dirigida a la población general, mayor de 14 años, con mensajes de promoción para el cuidado personal y colectivo en salud sexual y de prevención del VIH y las enfermedades de transmisión sexual, por lo cual aseguró que reconocían “las prácticas sexuales diversas con personas que practican el poliamor y con sensibilización Cero Estigma y Cero Discriminación, dirigida a toda la población con especial énfasis a personas migrantes y de pueblos originarios”.
Sus palabras reflejan la nueva conducción del gobierno, en que personas más jóvenes están disponibles para aceptar todos los comportamientos de minorías, incluido el “poliamor”, la opción que una pareja tenga relaciones sexuales con varios hombres o mujeres, con pleno consentimiento; pero lamentablemente, sin el acento puesto en las mayorías.
En todo caso, el análisis sobre los emigrantes resulta muy importante porque otro dato clave es que de los 5.031 contagiados del año pasado, 2.835 son chilenos y los otros 2.196 son extranjeros. Un nuevo reflejo de la realidad que vivimos en Chile, donde la llegada indiscriminada de personas de países latinoamericanos, ha ido colmando muchos servicios y generando diversos problemas que debe asumir el Estado.
Pero el tema de fondo, sigue siendo la falta de una educación sexual inteligente desde la educación Básica, que se ha venido postergando por décadas. Unos gobiernos muy exagerados y otros quedados, pero educación sexual en serio para nuestros jóvenes, todavía no vemos en nuestro país. Apenas llegan a promociones sobre el uso del condón.
Y en este tema crucial, leemos las declaraciones del ministro de educación, Marco Antonio Ávila, y otra vez nos encontramos que la preocupación son las minorías. Si bien incluye a los padres en “los procesos formativos” y les refuerza el valor a los profesores, agrega que deben darle “resguardo al derecho de lo que podemos llamar diversidades, o disidencias sexuales y la comprensión de estas nuevas categorías en el ámbito de la sexualidad, que tienen que ser comprendidas”. Finalizó diciendo que se necesitaba una “alfabetización sexual”.
Como lo hemos dicho en otras ocasiones, lo que hace falta es una asignatura del Amor en los establecimientos educacionales, donde nuestros jóvenes puedan recibir una formación que los habilite para sostener mejores relaciones basadas en el amor, especialmente con su pareja, pero también con su familia, sus amigos, sus compañeros de trabajo, con la comunidad en que viven con la naturaleza que habitan. Una visión integral del amor que abra el alma para vivir mejor.
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