Ricardo Cortés Ortiz lleva más de 13 años realizando llamativas personificaciones del plumífero de Pelotillehue
SAN FELIPE.- Hace más de trece años que Ricardo Cortés Ortiz descubrió el mundo de la artesanía y el trabajo con la madera propiamente tal. Y quizás sin querer, ha mantenido vivo a uno de los personajes más entrañables y queridos de la cultura popular chilena, como es “Condorito”.
Todos los fines de semana, Ricardo llega con sus trabajos a las afueras del restaurante “La Ruca”, en el sector de Curimón. Aprovechando la paz del lugar, su ambiente de campo y la alta concurrencia de personas, el artesano sanfelipeño se ha convertido en una de las postales de tan célebre centro culinario.
Es que aprovechando la popularidad de “La Ruca” a nivel nacional, este artesano incluso ha exportado su trabajo de más de una década a Francia, Alemania, Canadá y Estados Unidos, cuyos turistas han quedado asombrados con su arte.
“Acá siempre viene gente de todos lados, de otros países incluso, porque es muy conocido el restaurante, y siempre cuando vienen les gustan harto mis condoritos. De hecho, muchos han vuelto años después y me dicen que en el living de sus casas están los trabajos que me compraron”, cuenta Ricardo Cortés.
Aunque por lejos, su mayor cliente y admirador es el propio administrador del restaurante “La Ruca”, Ricardo Carlos Figueroa, quien -según el propio autor de las obras- “tiene la colección más grande de condoritos que yo haya hecho, ya ni sé cuántos hay dentro del restaurante”.