Varias de las piezas fueron utilizadas para combatir el terremoto del 27F en el sur de Chile e incluso la catástrofe de Valparaíso
QUINTERO.- “Quisimos darle un enfoque distinto a un material que nosotros utilizamos y que pasa a ser parte del régimen de la contaminación textil. Quintero es una zona bastante crítica desde el punto de vista medioambiental, entonces no nos quisimos quedar fuera de este tema”, contó Diego Sepúlveda Tobar, inspector de Material Menor del Cuerpo de Bomberos de Quintero, refiriéndose a la iniciativa de reciclaje de trajes que iniciaron hace dos meses.
La idea surgió con el fin de darle una nueva vida a los uniformes de Bomberos que son dados de baja cada cinco años. Por lo mismo, se unieron con las emprendedoras de la marca Cosecha, oriundas de la provincia, quienes están transformando los viejos trajes en bolsos, estuches y distintos elementos de almacenaje.
Según contó Tobar, los primeros trabajos se hicieron luego de la entrega de 80 piezas, entre pantalones y chaquetas que ya no son seguras para el quehacer bomberil, pues tenían entre 10 y 15 años de uso.
“Ellas han ido desarrollando una idea, que es transformar estos uniformes en elementos que sean de uso cotidiano y venderlos a un bajo costo, de manera que puedan ser comprados por la comunidad. Así, nosotros no convertimos todo eso en basura“, contó.
Agregó que, entre las características que pierden estos elementos con más de una década de uso, son las técnicas mecánicas y térmicas. “Y se va renovando la tecnología. Antes se hacían bajo empresas chilenas y no era la misma calidad. En cambio, los de ahora sí van teniendo un grado de protección mayor. Lo mismo con la versatilidad del trabajo. Algunos no servían para emergencias industriales, si nos los hubiéramos puesto nos quemamos completos”, subrayó.
Asimismo, detalló que si bien en Quintero la cantidad de voluntarios entre la Primera y la Segunda compañía no supera los 90, sí se genera una gran cantidad de material que, antes de esta medida, se destruía y botaba. “Queríamos transformar todo esa basura en un elemento útil. Si bien no nos vamos a hacer millonarios, al venderlo vamos a poder comprar uno o dos uniformes nuevos”.
Sacando cuentas, un pantalón y una chaqueta para poder cumplir las labores como voluntario cuestan alrededor de 400 mil pesos. Todo esto, sin considerar el casco, los guantes y los demás objetos de seguridad. Por lo tanto, equipar a un bombero tendría un valor “aproximadamente de tres millones de pesos”, agregó Tobar.
RETAZOS DE HISTORIA
Otra de las razones de bomberos para considerar una buena idea este reciclaje era la complejidad que significaba romperlos para arrojarlos a la basura. “No podemos llegar y tirar estos uniformes. Nos complica un poco, porque puede ser mal utilizado. Los puede tomar la gente. Pueden hasta vestirse de bomberos y a raíz de eso se puede generar algo más complejo”, advirtió el experto.
Pero las motivaciones van más allá y se reflejan incluso con hacer circular la historia de los bomberos por las calles de Quintero. Y es que, muchas de las tenidas recicladas, fueron vestidas por voluntarios en emergencias que marcaron la historia reciente de Chile.
“La idea es que siga manteniendo la marca de bomberos, que se sepa que son de bomberos. Incluso algunos de los bolsos se van a ocupar para guardar algunos equipos de nosotros. Porque los trajes estuvieron en servicio 10 años. Algunos los usaron bomberos en el terremoto del sur del 27F, otros que estuvieron en el incendio de Valparaíso. Y también en incendios grandes y relevantes que hubo aquí en la comuna”, remarcó
Todos los elementos confeccionados estarán a la venta en diferentes ferias de artesanías de la región. Quienes quieran adquirirlos podrán hacerlo en módicos precios, ya que lo más caro cuesta alrededor de 6 y 8 mil pesos. “Dentro de dos o tres años tenemos que dar de baja 80 uniformes más y ahí vamos a tener más material”, concluyó el voluntario.