Hace exactamente una semana, todo Chile quedó impactado al enterarse que un niño de tres años recibió un balazo en su cabeza mientras jugaba en un jardín infantil ubicado en el sector Limachito. Un terrible caso que no dejó a nadie indiferente y que causó preocupación, sobre todo en las familias de la comuna de Limache.
Felizmente, el pequeño Isaías se recuperó rápidamente sin ninguna secuela gracias a que la bala no logró tocar su cerebro, en un hecho que muchos calificaron de milagroso.
Sin embargo, luego de esto comenzó algo que a mi parecer es repudiable. De un lado y de otro, sin distinguir partidos políticos, una enorme cantidad de candidatos a diputado, senador y consejeros regionales salieron a entregar sus “soluciones” para superar los hechos de violencia en Limache a partir de este caso.
Mediante comunicados públicos, publicaciones en Twitter y mensajes en Facebook, diferentes rostros que protagonizan la campaña parlamentaria de este año declararon que hechos como éstos eran inaceptables y que tendrán “mano dura con la delincuencia”.
Es importante que los votantes puedan identificar (…) cuando su discurso está siendo netamente un aprovechamiento político de la situación con frases cliché como “mano dura” o “la puerta giratoria”.
Pero seamos sinceros, claramente detrás de esta “preocupación” hay una búsqueda desesperada de votos a menos de un mes de las elecciones por parte de los candidatos.
Como “generales después de la guerra” muchos buscan demostrar que tienen todas las soluciones frente a estos problemas, manifestando toda su indignación frente a la violencia, aunque seguramente muchos no tienen idea ni siquiera dónde está el sector de Limachito.
A lo que voy es que las “soluciones” planteadas por varios de estos candidatos son muy generales y no se identifica en ellos un conocimiento del problema de manera cercana. Es cosa de analizar sus frases, donde no hay un análisis más profundo de lo que históricamente ha ocurrido en esos lugares, pues claramente la mayoría ni los conocen.
Creo que esto es relevante. Es importante que los votantes puedan identificar cuando el candidato está entregando un análisis de alguna situación con vasto conocimiento previo o si su discurso está siendo netamente un aprovechamiento político de la situación con frases cliché como “mano dura” o “la puerta giratoria”.
Señor y señora candidato, en estos pocos días que quedan de campaña sólo pido un poco de seriedad. Si le afectó el caso del niño baleado, le pido que vaya y recorra los entornos de ese lugar, converse con los vecinos y escuche de parte de ellos lo que en concreto se necesita. Con esa recopilación de antecedentes, su discurso podrá ser más completo, cercano, inteligente y sin ninguna gota de populismo.