Por Roberto Silva Bijit
Fundador Diario “El Observador”
“Los ciclistas que no cuidan su seguridad son unos verdaderos suicidas”, me decía una amiga que vive en el campo y que es famosa porque cuando va manejando y ve un ciclista sin luces y sin casco, abre la ventana y les grita: “¡suicidas…!”, ante el asombro de los arriesgados conductores, que se sienten examinados por esos gritos a la pasada.
En verdad, cuando uno maneja de noche, tanto en la ciudad como en el campo, el tema es dramático. No se ven de día, menos se verán de noche, coincidiendo con la salida de los trabajadores agrícolas, que viajan en masa a las 8 de la mañana y a las 6 de la tarde.
La bicicleta es muy antigua como medio de transporte, sin embargo, hoy en día parece ser el vehículo del futuro. No gasta combustible, no contamina, permite hacer ejercicios sanos, puede ingresar a terrenos donde otros no llegan, es personal, otorga libertad y alegría. Ese viento en la cara y el paisaje que lentamente va quedando atrás, le otorga a este tipo de desplazamiento un agrado especial.
Ciudades como Pekin o Amsterdam, son famosas en el mundo entero por el uso tan masivo de la bicicleta. Millones de personas la usan y dependen de ella para ir de la casa al trabajo, para hacer las compras, para salir a pasear los fines de semana. La bicicleta es en muchos países parte integrante de la vida de las familias.
Hoy en día hay quejas por la falta de seguridad de los ciclistas. Y tienen razón. Pero el problema comienza con el abandono en que tenemos a nuestros pedaleros. Tienen pocas rutas especiales como son las ciclovías, que en general no abarcan completamente las zonas rurales y su conexión con la ciudad. Faltan cientos de kilómetros de ciclovías en nuestro país, que permitan su seguro desplazamiento por el interior de las comunas.
En un reportaje de “El Observador”, los que tienen casas con repuestos y accesorios de bicicletas, aseguraban que un 90% de los ciclistas no compran elementos de seguridad, ya sean luces, bocinas, chalecos reflectantes o cascos.
Es normal ver a ciclistas contra el tránsito o pasando con luz roja, sin embargo, autoridades de Carabineros señalan que ellos están obligados a cumplir con todas las normas del tránsito, igual que los conductores de autos. Agregan que hay un alto número de accidentes producto de imprudencias al conducir o falta de elementos de seguridad, como lo comprobó el índice de atención de ciclistas accidentados del Instituto de Seguridad del Trabajo, IST, que se ha sumado a la campaña de Carabineros por educar a los ciclistas para que aumenten su propia seguridad al conducir.
Lo ideal sería que, en los predios agrícolas, establecimientos comerciales, empresas, talleres o fábricas, en los que hay personas que usan bicicletas, puedan recibir una ayuda para que adquieran sus elementos de seguridad, que en total no suman más 20 mil pesos (casco, luces y chalecos reflectantes). Ese sería un aporte salvador a través de un préstamo pagadero en tres meses, con lo cual los trabajadores podrían tener un descuento razonable casi para cualquier sueldo.
De ese modo, además, evitarían que la señora aquella les grite “suicidas” a todos los irresponsables que andan arriesgando su vida por ahorrarse los elementos de seguridad.
Fotografía de Redes Sociales.