Amor sin límites

Publicado el at 02/04/2018
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En la actualidad el fútbol ha pasado a ser un negocio (qué duda cabe). Millones de dólares circulan día a día y junto con las cualidades deportivas o técnicas de los jugadores nos enteramos de los millonarios contratos de publicidad de ellos y de los clubes.

Ricardo Maturana opinionEl dinero parece haber prostituido un deporte del que muchos añoran cuando el amor a la camiseta importaba más que la cantidad de ceros en los contratos o cuando los clubes no tenían dueños que sacaran cuentas de cuánto ganarían en una temporada, sino dirigentes a los que movía el cariño que le tenían a sus colores. Los tiempos han cambiado, la sociedad ha cambiado y el fútbol no puede escapar a ello.

Sin embargo, ese escenario mercantilista y metalizado, da luces que ilusionan o que emocionan. Son momentos y ejemplos escasos, pero que dan la esperanza que no todo está perdido. Los hinchas -que para muchos dirigentes actuales pueden ser simples clientes-, muchas veces dan el ejemplo de amor por una insignia.

El caso del joven hincha calerano que fue capaz de viajar en bus y colectivo más de mil kilómetros hasta Córdoba, Argentina, para estar junto a Unión La Calera en su primer partido internacional fuera de Chile, da la razón a quienes siguen creyendo en el fútbol como una actividad social.

Nicolás Ojeda no dudó en gastar lo que él consideraba necesario para llegar a Córdoba y poder acompañar al equipo de su ciudad. “Nunca estarás solo”, dijo y junto a su pareja fueron los únicos hinchas que llegaron desde La Calera. No les importó el cansancio, el hambre, la lluvia ni cuánto gastarían. Emocionante ejemplo de amor, ya no de fanatismo, amor incondicional.

El calerano es fanático, súper fanático. En mis años de reporteo y trabajando en medios de comunicación, pocas veces he visto hinchas más apasionados y futbolizados que los caleranos. Basta darse una vuelta por las calles del centro un día lunes después de un partido de los rojos para comprobarlo. Este hincha y su viaje a Argentina, es el ejemplo más claro de lo anterior.

Es quizás en provincia donde esa pasión tiene más sentido, pues los hinchas son seguidores de los clubes que representan a sus ciudades, al lugar donde viven, al que pertenecen o donde nacieron. Es ese sentido de pertenencia el que explica situaciones como la de Nicolás, hechos que comparten solo en cierta medida otros hinchas, no menos fanáticos.

El fútbol es un fenómeno social sin duda y que cada cierto tiempo nos muestra hechos, situaciones y personajes que nos hacen valorar un deporte que, más allá del dinero, sigue moviendo el corazón y la pasión por la ciudad o los colores propios, como Nicolás Ojeda y Unión La Calera, amor puro.

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