Docente Carlos Sepúlveda fue reconocido por su propia comunidad educativa por sus cualidades personales y profesionales
LOS ANDES.- El jueves de la semana pasada, diversas autoridades del mundo de la educación llegaron hasta las dependencias del Liceo Mixto de Los Andes, con el objetivo de realizar el lanzamiento del Global Teacher Prize Chile, versión nacional de este importante certamen conocido como “el premio Nobel de la educación”. Todo estaba listo y dispuesto pero faltaba alguien en la sala. Era el profesor Carlos Sepúlveda, quien se preguntaba: “¿Será realmente necesario que yo vaya?”.
Pero no era mala disposición. A pesar de ser un profesor destacado y reconocido dentro de la comunidad educativa, el docente se considera tímido y no es muy amigo de las ceremonias. Prefiere quedarse en la sala de clases con sus alumnos. Sin embargo, se le pidió que estuviese en el lugar, por lo que aceptó la invitación.
Todo marchaba de manera normal hasta que, de manera sorpresiva, desde el altoparlante se escucha que los alumnos del establecimiento lo habían nominado para ser parte de los aspirantes al mejor profesor de Chile, honor que si se adjudica le permitirá representar al país en el concurso internacional que busca al docente más destacado del mundo.
DE INGENIERO A MAESTRO
Su historia comenzó hace 44 años, en pleno centro de Los Andes. Se crió en la calle Membrillar, estudió en la Escuela España hasta cuarto básico y luego completó quinto y sexto año en el Liceo América, para cursar desde séptimo hasta su egreso de la educación media en el Liceo “Max Salas Marchán”.
Luego, se tituló como ingeniero civil bioquímico de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, desempeñándose en el mundo industrial durante dos años. Su vida marchaba de la mejor manera y trabajaba en lo que le gustaba, pero de la noche a la mañana una invitación repentina cambió su historia. Y por cierto, su vocación.
Le presentaron la posibilidad de enseñar química en el Liceo Mixto de Los Andes, desafío que aceptó de inmediato, tal vez inspirado por su madre quien también es profesora. “Las falencias de los chicos me recordaron cómo fue mi época escolar, por lo que sentí que esta oportunidad era una forma de devolverle la mano a la vida”, afirmó el profesor Sepúlveda.
Y si bien el cambio pudo ser brusco, debido a las diferencias entre la ingeniería y la docencia, asumió de forma paulatina la misión de educar. No solo se quedó con su propio conocimiento, sino siguió muy de cerca cómo su madre planificaba las clases y se dedicó a aprender por su propia cuenta, capacitándose y generando conocimiento para saber cómo enseñar.
Poco a poco fue cautivado por la educación, por lo que decidió sacar la Pedagogía, poniéndose al día durante dos años para recibir su título, convirtiéndose en maestro con todas sus letras. Partió enseñando en el laboratorio químico del área técnico-profesional del liceo, siendo ahora profesor de los ramos de Química, Biología y Matemáticas en el área científico-humanista.
RECONOCIMIENTO DE SUS ALUMNOS
A pesar de su destacado currículum y el cariño de los estudiantes, el profesor Carlos es mesurado al momento de hablar de sus éxitos. Siempre los circunscribe en el contexto del respaldo académico que le entrega la institución para la cual trabaja, reconociendo que su nominación encarna la calidad de todos los docentes del Liceo Mixto de Los Andes.
“Toma un valor especial que los mismos estudiantes reconozcan en mí la labor de enseñanza que intento realizar. Pero sin el apoyo del director, docentes directivos, jefes de UTP, inspectores de pasillo, auxiliares, no seríamos nada. Posiblemente esto se vea reflejado en mí, pero la clave está en la comunidad entera”, destacó el maestro.
Agregó que “sin duda que es un aliciente ser nominado y claramente sería interesante representar el espíritu de esta institución en el concurso. En este liceo buscamos como profesores que nuestros alumnos salgan con las herramientas para enfrentar el futuro”.
El director de educación media del establecimiento, Carlos Gallardo, destacó el profesor Sepúlveda “encarna todas las virtudes de un buen profesor. Él lo es por vocación, ya que su profesión inicial fue la ingeniería. Tiene todas las condiciones para estar en esta competencia”, dijo.
