Sanfelipeña Ester Escobar dice que ya no duerme. Para colmo, tras pedirle al aludido que no haga fuego, recibió insultos, golpes en las paredes y amenazas
SAN FELIPE.- Una vez concretado el sueño de la casa propia, las familias esperan que el nuevo inmueble se transforme en el nido de los mejores momentos de la vida. Pero lamentablemente, esta convicción no se cumple para todos y bien lo sabe la sanfelipeña Ester Escobar, quien desde el 2006 ha tenido que lidiar con una angustiante y peligrosa situación.
Dice que su vecino es adicto y, como si fuera poco, presenta una extraña atracción por quemar cosas. El pasado 22 de mayo, un fuego que él inició en la casa de al lado terminó fuera de control y se propagó a la casa de Ester, quien impotente miraba cómo el sueño de toda su vida se incendiaba.
SOBREPASANDO EL LÍMITE
Era la una de la madrugada con 28 minutos y la dueña de casa dormía en su habitación. Sueño que se vio interrumpido por el intenso olor a humo y los gritos desgarradores de otra vecina que le gritaba: “¡El Berti está quemando la casa!”.
Inmediatamente se asomó a la ventana y lo primero que vieron sus ojos fueron llamas. En pijamas corrió hasta el dormitorio de su hija y sus pequeños nietos, para asegurarse que se encontraran bien.
“El patio estaba prendido, se estaba quemando la parte de atrás de mi casa, una ampliación de material ligero que rápidamente empezó a consumirse”, lamentó esta mujer de 58 años.
Mientras llegaba personal de Bomberos, su hijo comenzó a extinguir las llamas. “Él vive cerca de acá, apenas se enteró del incendio vino a ayudar. Se quemó las manos y una rodilla”, expresó Ester.
El arduo trabajo de los voluntarios evitó la propagación del fuego hacia más viviendas, por lo cual, Ester y su familia están muy agradecidos pero desde entonces ya nadie duerme en paz.
EL VECINO
Ester acusa a su vecino como autor de provocar el incendio que afectó su casa, ubicada en el pasaje Emiliano Castro, de la Población “Pedro Aguirre Cerda”.
Este solitario hombre, de aproximadamente 40 años, heredó la casa de sus padres. Sin embargo, vive en condiciones vulnerables que afectan día a día la convivencia.
“Él no tiene agua, luz y hace sus necesidades en una caja de vino, para luego lanzarla en la esquina. Además tiene perros encerrados y ratones”, declaró Ester.
A esto se suma que el hombre, a quien apodan ‘Berti Vega’, presenta problemas de adicción, lo que terminó por cambiar radicalmente sus hábitos de vida, volviéndose en un peligro para el barrio.
Esta madre y abuela desconoce si este hombre presenta algún problema psicológico, pero agrega que “nadie puede vivir en esas condiciones. Además, no sabemos si los parientes querrán hacerse cargo”.
IMPLORANDO UNA SOLUCIÓN
Hace 12 años que Ester y su familia han tenido que batallar con esta realidad. Por lo que ha dejado los pies en la calle buscando alguna solución. “He ido a la municipalidad de San Felipe, al Departamento de Medio Ambiente e Higiene Ambiental, pero ninguno nadie puede detener esto. Me siento en tierra de nadie”, manifestó desesperada esta mujer.
La única respuesta que ha obtenido es que no se puede evitar que su vecino siga viviendo en el inmueble. “Lo único que quiero es que alguien me ayude por favor. Sé que un día de estos nos vamos a quemar todos”, confesó.