Una de las cosas más difíciles para los candidatos que participarán en las elecciones del próximo 19 de noviembre, debe ser buscar un grado de representatividad para todos nosotros.
El caso de los presidenciables debe ser el más complejo en esa situación, ya que la mayoría de ellos vive en una situación totalmente aparte a la de la mayoría de los mortales, ganando millones por su ejercicio en el Congreso, por sus artimañas en el mundo de los negocios o simplemente porque nunca les hemos visto ni un pelo en nuestra zona.
Recorrer Chile en una campaña política debe ser una experiencia, además desgastante, sumamente cara, es por eso que para algunos de los presidenciables debe ser muy complejo visitar lugares extremos de nuestro país, pero no una provincia como la nuestra que se encuentra tan cerca de la capital.
Hay candidatos que han hecho la pega en este sentido, como Sebastián Piñera o Beatriz Sánchez, que han visitado la provincia en más de una oportunidad, teniendo reuniones con sus adherentes y paseándose por los medios de comunicación locales.
Alejandro Guillier es otro de los aspirantes a la Moneda que también ha pasado por la zona, de manera mucho más fugaz que los anteriores, pero se ha hecho presente.
De los demás ni luces, no vinieron y tampoco lo harán en los pocos días que quedan para finalizar las campañas presidenciales, lo que puede ser por falta de recursos (difícil), o múltiples razones, entre las que puede estar la falta de interés en la zona.
Incluso entre quienes han venido y gozan de mayor popularidad en nuestra zona, hay información que no es prioritaria, como el desconocimiento por parte de Sebastián Piñera de los estudios de prefactibilidad para el retorno del ferrocarril hasta La Calera, durante la entrevista que dio a “Radio Quillota” la semana pasada.
La llegada de Merval hasta La Calera ha sido por años una de las más requeridas por la ciudadanía de toda la región, lo que para este servidor deja claro que la presencia del candidato en la zona no significa necesariamente un interés real en los requerimientos de los ciudadanos.
Solamente la solicitud de información al editor del “El Observador” respecto de este proyecto, lo salvó de que una de las pocas entrevistas que diera en nuestra zona se convirtiera una nueva “Piñericosas”.