A propósito del Día de la Educación Parvularia

Publicado el at 22/11/2023
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Dra. Ruby Miranda Osorio
Académica de la carrera de Educación Parvularia
Escuela de Educación
Universidad Viña del Mar

OPINIÓN.- El año 1991, Patricio Aylwin instaura el 22 de noviembre como “Día de la Educación Parvularia”, hermosa profesión cuyo foco está puesto en la calidad de los aprendizajes de la primera infancia desde su nacimiento hasta el ingreso a la educación Básica.

La Educación Parvularia data en nuestro país desde 1944 con la creación de la primera escuela de Educadoras de Párvulos en la Universidad de Chile, bajo la dirección de Amanda Labarca. Previo a ello, en 1906, la fundación del primer Kindergarten público como anexo de la Escuela Normal N°1 marcó un primer hito en Chile, con la difusión de los aportes de Federico Fröebel y su teoría del juego para el aprendizaje. Pero ¿cuál es el impacto que tiene el nivel de la Educación Parvularia en el aprendizaje de los niños y niñas?

En los primeros seis años de vida, la niñez se encuentra en un proceso de gran plasticidad neuronal en comparación con otros momentos vitales, alcanzando su máximo desarrollo con la construcción de estructuras cognitivas y afectivas fundamentales para el futuro. La neuroeducación, permite comprender como funciona el cerebro durante el proceso de enseñanza y aprendizaje, “la forma en ‘cómo’ aprendemos, influye en la visión del mundo y en la relación con el entorno, incluidos los futuros procesos de aprendizaje que vamos a tener”, por lo tanto, una oportuna mediación educativa es fundamental para multiplicar las posibilidades de aprendizaje en la primera infancia.

Los y las profesionales de la Educación Parvularia están preparados para potenciar aprendizajes relevantes en condiciones de igualdad y calidad educativa, estableciendo las bases para un pensamiento profundo, moldeando la capacidad de adaptabilidad al entorno y la autorregulación de las emociones en niños y niñas. Despiertan la curiosidad, promueven saberes cognitivos, sociales y emocionales como eje para facilitar la construcción de aprendizajes significativos, bajo un clima de bienestar, aceptación y respeto.

Dra. Ruby Miranda Osorio Académica de la carrera de Educación Parvularia Escuela de Educación Universidad Viña del Mar

 

Cuentan con una sólida formación para diseñar espacios de aprendizaje desafiantes, donde niños y niñas aprendan a resolver conflictos, superar desafíos, confiar en sus capacidades, fortalecer su autonomía y la autoconfianza, gestionar sus emociones, y establecer relaciones positivas con sus pares, a través de experiencias estratégicamente diseñadas considerando sus intereses, basadas en el juego, la exploración sensorial, el movimiento, la expresión y la indagación, en espacios educativos lúdicos que inviten a compartir, explorar y crear.

Si bien aún tenemos muchos desafíos por delante frente a la educación del siglo XXI, la Educación Parvularia se ha convertido en un pilar fundamental en la formación integral de los individuos, potenciando su desarrollo cognitivo, socioemocional y relacional. Un niño o niña que asiste al jardín infantil se conecta con el mundo de una manera diferente, es autovalente, confiado, desarrolla un lenguaje más avanzado, es socialmente adaptado, convive e interactúa con sus pares en armonía, construye su sentido de identidad y desarrolla el amor por el aprendizaje. La Educación Parvularia sienta las bases para el desarrollo y el aprendizaje a lo largo de la vida, su contribución es clave para mejorar las perspectivas futuras de la niñez.

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