Por: Dra. María Teresa Hernández Yáñez
Académica carrera de Educación Parvularia
Escuela de Educación
Universidad Viña del Mar
OPINIÓN.- Hace más de dos meses, sobre 30 mil estudiantes de Atacama estuvieron sin clases, esta situación abarcaba a cinco comunas como Copiapó, Caldera, Tierra Amarilla, Chañaral y Diego de Almagro. Dicha crisis aborda desde problemas serios de infraestructuras de más de 46 establecimientos educativos, incertidumbre del cómo enfrentarán estudiantes de cuartos medios la Prueba de Admisión Educación Superior y con amenazas de un cierre de año académico anticipado, que derrumba la esperanza, sueños y desafíos para muchos estudiantes.
Este último tiempo, la crisis en el Servicio Local de Educación, (SLEP), se ha abordado desde diferentes perspectivas, destacando los cuestionamientos que ha surgido a raíz del traspaso de la desmunicipalización. Las auditorías han revelado numerosos excesos y serios problemas de gestión, así como una centralización de los problemas sin soluciones efectivas.
¿Qué se está haciendo para abordar la perspectiva de miles de niños, niñas y adolescentes frente a esta crisis?, ¿Qué medidas ha tomado la política pública para garantizar el derecho de la educación y el bienestar emocional del estudiantado?; ¿Quién es responsable de esto?, ¿El Gobierno?, ¿El Colegio Profesores?; ¿Por qué hay tantas preguntas, sin respuestas concretas?
La pandemia en Chile ha dejado al descubierto la enorme desigualdad y brechas existentes entre colegios privados y la educación pública. Entramos en una coyuntura por sostener procesos educativos, que se ha vuelto casi insostenibles debido a la falta de recursos y conectividad. Las alarmantes cifras de deserción escolar en nuestro país nos sacudieron, pero a pesar de todo, poco a poco nos hemos ido levantando de esas experiencias. Sin embargo, la realidad es que tenemos situaciones tan complicadas como el caso de Atacama.
Diversas investigaciones en materias de retención escolar resaltan la importancia de la escuela como un entorno propicio de interacciones positivas de aprendizajes, aspectos fundamentales para promover la convivencia y ciudadanía entre niñas y niños.
Los días siguen pasando y casi hemos llegado a finales del mes de noviembre. Estamos a solo semanas de la Prueba de Admisión de Educación Superior y menos de un mes de finalizar el cierre del calendario académico 2023. Sin embargo, el problema persiste, pese a los esfuerzos del Ministerio por implementar mesas de conversaciones y planes emergentes. Los problemas de gestión siguen enraizados debido al enfoque centralizado que lentifica la activación de los recursos. Finalizando el año, se observan mejoras lentas de infraestructuras y exterminación de las plagas, pero sobre todo con un tremendo vacío en cuanto a los aprendizajes, habilidades y competencias que no llegaron a niños, niñas y adolescentes de Atacama y, que sumado al efecto postpandemia los resiente doblemente.