52 años persiguiendo noticias, venciendo obstáculos y generando confianzas

Publicado el at 8:02 am
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Por Roberto Silva Bijit
Fundador Diario “El Observador”

Ayer se cumplieron los 52 años de ese histórico día sábado 26 de septiembre de 1970 en que fundé “El Observador”. Fue una mañana de sol. Mucha gente con el diario en la mano. Era tamaño tabloide, tenía 12 páginas y lo mandé imprimir en la rotativa del diario “La Unión” de Valparaíso. Pasado el mediodía ya no quedaban ejemplares de los tres mil que conformaron la primera tirada. Fue todo muy emocionante.

Lo celebraremos con una Edición Especial Aniversario el viernes 7 de octubre, donde incluiremos grandes reportajes, entrevistas, buenas historias y novedosos mensajes publicitarios. Será una más de esas ediciones gorditas que las familias guardan en sus casas, casi como verdaderos libros de nuestra vida local.

A veces me preguntan cuál es el secreto para que después de 52 años, “El Observador” siga siendo un diario exitoso. Creo que la clave está en que durante décadas hemos trabajado para mantener la confianza de los lectores, el verdadero capital de un medio de comunicación.

Y confianza es creer en el otro. Si vamos siempre por la verdad, si nos esforzamos por contar buenas historias, por ser solidarios con los que la están pasando mal, si se siente que queremos lo que hacemos y lo expresamos con textos y fotos, entonces, los lectores pueden confiar en sus periodistas y leer el diario tal como si conversaran con un amigo de muchos años.

Han sido años muy difíciles, donde se produjo una verdadera paralización producto de la pandemia, que nos vimos obligados a superar, coordinando personas, animando a los suplementeros, buscando contar lo que estaba pasando. Nunca dejamos de imprimir el diario de papel, nunca nuestras radios dejaron de sonar. En los momentos más complejos estuvimos cumpliendo nuestra misión de informar.

Siempre son Ustedes, nuestros lectores, lo que más nos importa, para los que dedicamos nuestras mejores energías. Tratamos de cumplir nuestro lema: “se atreve y lo dice todo”. Eso significa buscar por todos los recovecos posibles para confirmar un hecho y después redactarlo de manera que se entienda, que todo quede ordenado para la mejor comprensión. Los editores le llaman a eso “despachar” una crónica. Pero no siempre podemos decir por escrito todo, a veces, no tenemos los documentos de respaldo y debemos contar sólo sobre lo que tenemos pruebas. Nunca jamás inventar ni suponer nada de lo que no tenemos respaldo. Aunque sí opinar sobre aquellas situaciones que nos constan, que hemos visto mientras trabajamos reporteando. No es periodismo serio decir que se espera la alcoholemia del conductor, cuando el tipo no se podía bajar del auto de curado, cuando apenas hablaba y olía a alcohol. Sobre lo que vemos no transamos. Tampoco sobre lo que podemos probar.

Todo eso para sostener por años la confianza de quienes nos leen, para renovar en cada edición la seguridad que estamos informando en forma veraz, oportuna y creíble.

A cambio de esos compromisos con la verdad, hay quienes en las redes sociales dicen lo que se les antoja, mienten, injurian, acusan, sin ninguna responsabilidad, ya que todavía los señores políticos nos tienen esperando una legislación moderna que haga responsable a los que opinan en las redes, del mismo modo que nosotros somos responsables cuando escribimos o hablamos en función del periodismo.

Un diario es mucho más que noticias. Por las páginas del diario va pasando la historia de nuestras comunas. Las fotos de la vida social. Las despedidas de los que parten. Los imprevistos sucesos policiales. Las marcas deportivas y los eventos más significativos. También pasan los avisos económicos, las ofertas y la publicidad que van generando el desarrollo comercial que toda comunidad necesita para vivir mejor.

Queremos seguir contribuyendo a la formación de una opinión pública responsable. Queremos seguir siendo el mismo “El Observador” de siempre, insoportablemente independiente.

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