Por Roberto Silva Bijit
Fundador Diario “El Observador”
Cuando me preguntan si las redes sociales nos están quitando espacio a los medios de comunicación en la sociedad actual, siempre respondo que no, que falta mucho para eso. Y me replican, pero si todo va muy avanzado y la tecnología cada día es más rápida. Estamos de acuerdo, pero las redes sociales significan desconfianza para los que las leen. Nadie responde respecto de si lo que dicen es verdadero o falso. Nadie tiene responsabilidades legales después de publicar. Nadie mide sus palabras ni dice solamente lo que puede probar.
Esa es la gran distancia. Los medios somos confianza y las redes desconfianza. Por eso nuestra marca “El Observador” sigue dando garantías de confiabilidad después de 52 años de ejercicio profesional del periodismo, con equipos que trabajan para encontrar la verdad, que se esmeran por tener respaldo de lo que van escribir y por hacer textos comprensibles y entretenidos.
Al otro lado de las redes, muchas veces hay una persona sola, encerrada en su pieza, que se siente capaz de sacarle la madre al Presidente de la República o de mentir sobre sus actuaciones, intenciones o decisiones. Total, nadie le pedirá cuentas. Nadie lo llevará a los tribunales. Nadie lo hará pagar por sus irresponsabilidades y sus injurias. Mientras los señores políticos no legislen sobre el tema, seguiremos viviendo el carnaval de mentiras, ofensas y opiniones sin fundamento que cualquiera se atreve a vomitar en las redes.
A cambio de eso, nuestra empresa ha trabajado con un grupo de profesionales para construir cuatro medios de comunicación confiables. El primero y más antiguo es el diario “El Observador”, que celebra hoy sus 52 años de vida independiente y responsable, y que mantiene reservado un espacio en el corazón de miles de lectores, que cada martes y viernes reciben con entusiasmo nuestro trabajo. En segundo y tercer lugar tenemos las radios “Quillota” y “La Calera”, que han logrado posicionarse con su variada música y su presencia informativa, su tono de buena compañía y su ánimo de servicio. En cuarto lugar, aparece el medio más reciente, nuestro sitio web, que ya se puso pantalones largos y que cada mes atiende a millones de personas, que lo visitan para informarse en forma oportuna y responsable.
En todos esos medios la norma es la misma: generar confianza con contenidos responsables que puedan ayudar a conformar una opinión pública bien informada.
Ese es el periodismo que nos ha permitido celebrar los 52 años de vida, sin haber interrumpido nunca nuestra edición impresa, sin haber transado jamás frente a los obstáculos que se nos han ido presentando en medio siglo de vida.
Nuestro negocio consiste en hacer un diario que se venda, que se lea y que contenga información y publicidad. Unas radios que entretengan y acompañen, que tengan noticias y mensajes publicitarios. Y una web que, desde su perspectiva moderna, venda publicidad y mantenga informadas a las personas durante las 24 horas del día todos los días. Eso es una empresa periodística, que da trabajo estable, que conforma una unidad de negocios que se desenvuelve con responsabilidad en las ciudades de la zona, que interactúa gremialmente con la industria, el comercio y las autoridades.
Nosotros también aportamos un contenido muy significativo en el periodismo: la capacidad de poder adelantarnos en beneficio de las familias de nuestros lectores. Así por ejemplo, desde un comienzo afirmamos nuestro rechazo a la instalación de la termoeléctrica Los Rulos, por estar convencidos que su puesta en marcha dañará la salud de las personas y del medioambiente. Esas certezas son muy valoradas por una opinión pública que muchas veces nos ha entregado la responsabilidad de investigar y emitir conclusiones.
También nos ocurre en política, donde si bien nunca hemos participado en política partidista, siempre hemos tenido una opinión clara y documentada de lo que está ocurriendo con los gobiernos comunales, regionales y nacionales.
Pero donde más se nota esa voluntad por ver debajo del agua, por leer entrelíneas, por buscarle la quinta pata al gato, es cuando tratamos los temas de desarrollo comunal, los temas que afectan al progreso de cada una de las comunas de nuestra extensa área de cobertura.
Estamos escribiendo un diario con compromiso, hablando unas radios con compromiso y difundiendo una web con compromisos. Esa es la clave. No somos indiferentes al devenir de nuestras ciudades, creemos en ellas y las defendemos, las valoramos y las informamos.
Gracias por dejarnos seguir entrando a sus hogares, a sus oídos, a sus mentes, con un mensaje honesto y sin dobleces, con un mensaje responsable e independiente.
Gracias, y sigamos juntos.