En esta columna, Paula Artus P., jefa la carrera de Derecho de la Universidad Viña del Mar, recuerda que este día también se celebra esta profesión, como homenaje al héroe de Iquique que, además de marino, era abogado
El 21 de mayo se conmemora el día del abogado. Si bien muchos lo desconocen, pero esta fecha se debe en honor al abogado y Capitán de Fragata Arturo Prat Chacón, quien- a la par de su carrera en la Armada de Chile- inició sus estudios de Derecho y se tituló como abogado ante la Excelentísima Corte Suprema en el año 1875.
A pesar que su carrera profesional en ésta índole no fue extensa, sí se destacó por su espíritu de sacrificio, compromiso, convicción y valores, los mismos que demostró en aquel 21 de mayo de 1879 cuando con la corbeta más pequeña de la escuadra chilena tuvo el valor de enfrentarse al monitor Huáscar, la que en su tiempo era una de las más grandes naves del Perú.
Esta conmemoración no sólo es al hombre, sino también a lo que representa y ese mismo espíritu es el que debiese tener un abogado, esto es, representar con rectitud y ética a quienes asiste, junto con no desvanecer ante los desafíos tan propios de esta profesión.
No sólo conmemoramos el día del abogado, sino que también recordamos los valores que nos deben inspirar en nuestro ejercicio profesional
Profesión que convoca a seguir adelante siempre, esto pese a las vicisitudes que puedan presentarse en algún caso en el cual se asume la representación y mantenerse incólume frente a sus convicciones.
En definitiva, no sólo conmemoramos el día del abogado, sino que también recordamos los valores que nos deben inspirar en nuestro ejercicio profesional, valores que deben ser traspasados a las nuevas generaciones, obviamente con matices, pero manteniendo su esencia.
Hoy más que nunca recobra importancia el rol del abogado, esto precisamente por los procesos de cambios y transformación social que vivimos. En la sociedad actual, tanto en Chile como en Latinoamérica, se agudiza la desigualdad en los diferentes aspectos y exentos no están los procesos de justicia, es por ello que la formación a los nuevos profesionales nos convoca a traspasarles una profunda sensibilidad social, pero con un elevado sentido de la ética, moral, justicia, paz y libertad…mismos valores que en otrora defendiera el propio Arturo Prat Chacón.